Picotazo político 18 mayo 2020

¿Volver a la normalidad? ¿Cómo? Vivimos acariciando la angustia de no saber de qué

 tamaño será el tren que nos pase encima, y para documentar nuestro pesimismo nos toca avizorar un árido campo de la economía, un brinco hacia el Mictlán en donde muy seguro pasearemos nuestros huesos tratando de encontrar la luz al final del túnel.
Nada había resultado más agotador que hablar de esta mortal combinación de una pandemia y un gobierno que ya traía muchas ganas de enfermarnos con sus dislates económicos, pero eso ya lo sabemos y lo sentimos, solo que en este páramo nos encontramos con que los muros de contención política no existen, se desdibujaron en un amasijo de partidos que de oposición no significan algo, y no por etéreos, no, ahí están y siguen pegados a la ubre del presupuesto, me refiero a el enanismo de sus dirigentes, unos que están escondidos debajo de la cama, incapaces de mirar a los ojos al conductor de este tren de miedo y el cual no se cansa de mostrar señales del armagenon nacional.

En esta fiesta solo existe un invitado, mismo que la hace de cadenero, barman, DJ, animador, taquillero, valet parking y sacaborrachos, pero solo el y su fiesta y el resto son invitados de papel, así, vemos cómo perchero al tal ALITO, Alejandro Moreno del PRI, a Marko Cortés del PAN, y perdóneme Ud. No recuerdo al del PRD, en serio, no sé cómo se llama, pero estos tres han sido incapaces de colocarse en alguna de las esquinas y presentar un combate decoroso, es más, los tres conforman un amasijo inconexo, ausente de lo que debería significar el gran frente opositor de lo que para muchos significa uno de los peores gobiernos de la historia.

El del PRI solo lanza arañazos inocuos pidiendo que no le receten alguna otra batería de investigaciones fiscales a algún priísta del pasado sexenio, en el PAN sufren la mezquindad de su líder, uno que aplasta a muchos que desde dentro podrían dar una batalla real, no simulada, panistas con credenciales y estatura para despertar al amodorrado público. Y en el PRD, perdón, si existen deberían enviar alguna señal de que respiran.

México está urgido de voces que nos regresen a la realidad, con capacidad resolutiva, valientes y que representen a los ciudadanos o sus partidarios y no estén ahí para evitar que les muestren más carpetas de investigación. No puede ser que el mayor contrapeso sea un solo hombre emanado de la misma 4T un Porfirio Muñoz Ledo, quien él solito reúne toda la energía y claridad para incomodar; o que sea Calderón esa especie de némesis capaz de provocar agruras al número uno.

Detrás de los membretes partidistas existen auténticos hombres y mujeres brillantes, con la preparación suficiente para replantear el papel de la oposición, los conocemos y podrían generar un antes y un después en esta mesa de necesarios equilibrios.

Y lo que ahora estos dirigentes tratan de evitar como construcción de un proyecto de nación, al rato será un reclamo de muchos ciudadanos que se habrán fastidiado de ver estos actos de simulación. A ver si no es demasiado tarde para estos agachomes.