El reclamo es muy al estilo de los tabasqueños, son ellas, las mujeres, son costureras, sonoro el grito de que "habrá sangre" si los de la luz (CFE) les vuelven a cortar la luz,
están enojadas y transmiten un mensaje contundente al Presidente, su paisano, vaya testimonio de hartazgo, pueden o no tener razón sobre esto, tal vez no pagaron y se las cortaron, no lo sé, pero está ventana va más allá de este "acto de resistencia civil" tal y como lo definen, el ángulo es que se trata nuevamente de mujeres, damas, trabajadoras, madres de familia que colocan en el psique colectivo eso de que están para resistir todo tipo de injusticias, son el género que más ha sacado de sus casillas al mandatario, némesis que golpea el blindaje con el que llegó el mandatario y quiénes desde trincheras feministas o de cualquier tipo de batalla le ponen el cascabel al gato.
El crisol es más amplio si vemos que los FEMINICIDIOS no han parado, que la violencia en los hogares se potenció bajo está reclusión covidiana, vaya, digámoslo tal cual, las mujeres suspendieron su lucha debido a que a él presidente le "cayó como anillo al dedo" el virus, de no haber sido así, estaríamos aún en las primeras planas de las tomas de calles y avenidas con todo y grafitti de los monumentos patrios.
Las costureras de Tabasco son esa necesaria voz que nos vuelve a gritar que algo está muy mal, que el silencio de ellas tiene límites, y algo más dramático, que ya no las van a detener con nada. El presidente tienen su Watherloo personal, no quiso ver qué la verdadera 4T la encabezarían ellas.
Y mire que lo de Tabasco, estás mujeres textileras no le están solicitando algo descabellado, se trata de que les respeten sus fuentes de trabajo, más en estos tiempos, solo que a este drama se le añade un detalle: llevan un par de años pidiendo la intervención del mandatario para que les cumplan con una serie de promesas que el ex gobernador Arturo Nuñez les realizó, se les dijo que ellas harían los uniformes de los alumnos de las escuelas en Tabasco, crearon su empresa y al no cumplirles decidieron manifestarse al punto de que fueron agredidas por la policía de Macuspana y dos de ellas terminaron en prisión.
El llamado a la "resistencia civil" bien podría pasar como un pleito muy local, de allá, del sureste, pero no es así, el acto se replica en todo el país, sea bajo el guión que sea, los dientes de esa realidad que desde palacio se niega siguen mordiendo la dignidad de las mujeres en México.
La numeralia y sus picos sobre todo tipo de violencia hacia ellas no disminuye, demasiada gasolina y muchas chispas se juntan en este capítulo y por el bien de todos, urge una política de estado que deje de minimizar estos agravios ,por el bien de todos es necesario escuchar y atender a las mujeres mexicanas. De todas las edades y de todas la condiciones, ahora sí que por el bien de todos, primero ellas.