Lozoya y Duarte, dos fichas que reflejan de que tamaño fue el saqueadero en el pasado sexenio, uno que arroja un tufo de sospecha de que a el mero jefe de esa mafia (Peña Nieto) no llegara el brazo de la justicia. Todo indica, que el ex presidente continuara en el muro de los que fueron ex mandatarios y gozan de cabal impunidad, una sospecha que se consolida gracias a ese invisible manto protector que el presidente López le ha brindado... por razones políticas.
Esta administración se ha concentrado en el frente calderonista, tomando como blanco a un Genaro Garcia Luna, que si bien debe muchas explicaciones, no es el único alfil que merece estar debajo de la lupa. Extrañamente, los esfuerzos de los investigadores de la 4T pasan por alto el nombre de Enrique Peña, como si este no hubiera sido el capitán de una camarilla de ladrones, y que no solo se concentran en los apellidos de los Duarte (Javier el de Veracrúz o Cesar de Chihuahua) Lozoya, Borje, de Quintana Roo, Roberto Sandoval de Nayarit, o Rosario Robles. Sino que la sospecha de que todo este periodo de abusos se dio con el conocimiento del mismísimo ex mandatario Peña, digo, sería pecar de tontos el no considerar que “Alli Baba" sabia lo de sus 40 ladrones, pero esa carta parece ser que no saldrá, no en esta partida...
En un autentico Estado de Derecho veríamos la instalación de un tribunal justo que diera inicio a un combate real en contra de la corrupción, si el presidente López Obrador estuviese en esa ruta de pasar a la historia, ya se hubiera soltado en la mañanera y a ocho columnas el anuncio de una comisión investigadora por todo lo cometido en el pasado sexenio, no solo ir en contra de la parafernalia de la "verdad histórica" en torno a lo de Ayotzinapa, o eso que hemos visto de "pasar por encimita" del aeropuerto de Texcoco, el presidente López Obrador le debe esas paginas al País entero, unas en donde el "tope hasta donde tope" sea una acción verdadera por esclarecer el saqueo que se dió en el pasado sexenio y no estar montando una batalla en contra de un solo bloque: "los infernales conservadores".
La danza de miles de millones de dólares, los hilos familiares de ex gobernadores y de varios secretarios de estado de la pasada administración, los vínculos entre delincuentes y políticos han sido documentados hasta el hastío, por ello llama mucho la atención que no se avance mas allá, con tan sólo un ramillete de ex servidores públicos que cayeron más bien en la desgracia por haberse alejado del poderoso grupo de los Pinos. ¿Qué vínculos se cruzan entre el pasado y el presente? ¿Qué tipo de pactos se signaron como para volver intocables a los que rodeaban a el ex mandatario Peña? ¿por qué el PRI de nuestros días parece ser mas cómplice que oposición de Palacio Nacional? tan cómodos que en la dirigencia del tricolor se impuso a un personaje que formo parte de el selecto grupo de gobernadores que se reunían en Campeche para festejar los logros de esa generación de jóvenes priistas que “si sabían como hacerlo”. el presidente AMLO tienen la obligación moral de hacer cumplir con esa vieja promesa de campaña, necesita un movimiento en el tablero que le permita borrar del imaginario colectivo que peña nieto le abrió el camino hacia la silla y que por esa razón es que no lo toca.
Y claro, elevar el deseo de que se haga justicia, no es tarea fácil, pero el presidente actual le debe eso al País y no solo concentrar su estrategia electoral en su némesis, a quien ya encasillo como su verdadero enemigo, Felipe Calderon Hinojosa.