Dos años y lo que falta 

Por alguna razón nos gusta tasar las obras y proyectos en tiempos, darles periodos a los gobiernos, eso de “los primeros cien días”,  “Un año de la toma de protesta”. Estos corchetes cronológicos nos son útiles para colocar en el tablero las líneas comparativas entre lo que se promete y lo que en realidad se consigue. Dos años de presidencia de Andrés Manuel López Obrador son llevados a la báscula, no es difícil concluir los faltantes, que para los incrédulos es resultado normal.

Yo me iría un poco antes, a los 18 años que el actual presidente se tardó para hacerse del poder; el camino ha sido muy largo, sin duda se debe reconocer la terquedad con la que imprimió su paso, López Obrador puede ser lo que sea, pero nadie puede acusarlo de tibio o de recibir rajado. Solo que ese andar se fue construyendo desde una especie de realismo mágico, en donde el eterno candidato se dedicó a señalar todos los errores de sus adversarios, quienes en su mayoría fueron presidentes del país. Construyó con frases lapidarias y muy pegajosos términos, que son adoptados por sus seguidores: “PRIMERO LOS POBRES”, “LA MAFIA DEL PODER”, “HONESTIDAD VALIENTE”, “ACABAR CON LA CORRUPCIÓN DEL PRIAN” y un largo diccionario que llenó titulares y mantas. No solo han sido frases, también promesas, espejismos en campaña, donde el “la corrupción acabaría una vez que él tomara protesta”, “cerrar el aeropuerto de Texcoco porque era un nido de corruptelas”, “los narcos dejarían las armas y la venta de drogas cuando estaba en la presidencia ”, sin olvidar la promesa de meter a la cárcel a Carlos Salinas de Gortari ya todos los políticos que han robado al país. “ACABAR CON LA CORRUPCIÓN DEL PRIAN” y un largo diccionario que llenó titulares y mantas. No solo han sido frases, también promesas, espejismos en campaña, donde el “la corrupción acabaría una vez que él tomara protesta”, “cerrar el aeropuerto de Texcoco porque era un nido de corruptelas”, “los narcos dejarían las armas y la venta de drogas cuando estaba en la presidencia ”, sin olvidar la promesa de meter a la cárcel a Carlos Salinas de Gortari ya todos los políticos que han robado al país. “ACABAR CON LA CORRUPCIÓN DEL PRIAN” y un largo diccionario que llenó titulares y mantas. No solo han sido frases, también promesas, espejismos en campaña, donde el “la corrupción acabaría una vez que él tomara protesta”, “cerrar el aeropuerto de Texcoco porque era un nido de corruptelas”, “los narcos dejarían las armas y la venta de drogas cuando estaba en la presidencia ”, sin olvidar la promesa de meter a la cárcel a Carlos Salinas de Gortari ya todos los políticos que han robado al país.
El presidente, siendo candidato uniforme que no ha dejado de lado, ha incumplido en muchas cosas, solo que debería sorprender a los incautos, pues para el ojo entrenado y las mentes que trabajan con las dudas y la razón, saben que todo lo que el mandatario representa es una terrible puesta en escena, creer que el decálogo sería cumplido es hundirse en el soporífero sueño de la inocencia.
Dos años de gobierno no son más que 18 años de campaña, con el barniz de que toda la pólvora juntada en tres sexenios fue quemada. Dos años, una cruda way of despertar en una de las noches más amargas para México y el mundo. Dos años que podemos resumirlo en la nada, producto de la ilusión practicada durante 18 años.
No es regaño es, Picotazo Político.

Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico Urbe de Hierro, transmitido por ABC Radio 760 AM. Vicepresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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