Ricardo Monreal es mucho más astuto que el mismo Andrés Manuel, el zacatecano no reacciona con las viseras y no se trata de un cumplido es la descripción de un “animal político” más afinado que el de Tabasco.
Monreal es de esos que se puede sentar a tomar un café con su peor enemigo y sostener una imperturbable sonrisa mientras se toma una foto, impensable una gráfica de López Obrador con un Felipe Calderón nunca se vería eso.
Monreal no se da el lujo de pelearse con alguien es Montesquieu y Maquiavelo juntos.
Monreal ha soltado un verdadero tigre mediático, esta “calando” a la opinión pública rompiendo el monotemático guion de la Covid-19 a una puerta que de salirle la jugada, se estaría llevando a la bolsa algo que ni Trump pudo conseguir: un corral para controlar las redes sociales, pero no a todas solo las que signifiquen un duro taladro a los bloques de las fallas morenistas. El ejemplo gringo esta muy a la mano y el cadáver de Trump aún fresco, esos modelos bastan para que un arquero de alta precisión como el senador busque el centro de la Diana, de salirle el tiro estaría regulando a las gigantes de Facebook, Twitter, Instagram o WhatsApp para evitar que al presidente le apedreen el rancho o al revés que desde las plataformas digitales sea el gobierno quien dicte por la vía de los algoritmos una feroz campaña electoral que inundará nuestras computadoras o celulares.
La letra chiquita de lo que Ricardo Monreal pretende aún no está clara, pero de manera astuta ha golpeado un avispero que de momento distrae de los asfixiantes temas que no alcanza a responder el mandato sobre vacunas, contagios, muertos y la brutal caída de la economía.
El senador gana tiempo para su jefe, el debate sobre redes puede llevarnos una semana más.
A los estrategas electorales de la fallida transformación les apresura que en el casco del barco de la 4T se les haya abierto un boquete que los terminará hundiendo, dado el nivel de penetración de la artillería de las redes, las cuales son cada vez dañinas para un gobierno, no solo el mandatario, sino todo el proyecto morenista que de no pasar el examen electoral de este año sencillamente les quedará irse acomodando en el traspatio de la historia como el gran fracaso de administración.
Monreal está moviendo sus piezas, ganar espacio y estirar el reloj, modificar por el
momento la agenda y poder llegar a controlar las poderosas social media lo regresarían al tablero de la sucesión presidencial, una cancha que hoy es ocupada por un Marcelo y Claudia arrastrados por el drama covidiano.
Vaya olfato de Monreal.
No es regaño, es Picotazo Político
Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico 'Urbe de Hierro', transmitido por ABC Radio 760 AM de 4 a 5pm.
Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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