Nos fijamos en la pulverización del PRD, pero no en la viga en el ojo color azul... ese desastre llamado Partido Acción
Nacional, que, si bien no se va a repechaje, si llega a las regaderas con las banderas roídas.
El pan y su obra maestra es haber sido un rotundo fracaso en una contienda que estaba diseñada para un choque de trenes entre la izquierda y la derecha, pero que nunca lo fue. Culpar al presidente López obrador de las ruinas blanquiazules es achacarle poderes metahumanos...no, no fue el, ni claudia y mucho menos Xóchitl... a ella le toco el show de medio tiempo. El nombre del sicario político es Marko Cortés.
El faro, evidentemente recayó en la candidata de la alianza, muy de origen azul, con estructura de derecha, pero ella, y el tiempo lo viene acomodando, solo fue una pieza cómoda, un arlequín de un perverso tablero.
El pan, de la mano de Marko Cortés, fue llevado a los cuartitos de un pestilente prostibulo, ahí, las monedas de la traición y las paredes pintadas rajaeadas con los mandamientos de la corrupción fueron lo que dieron patio a una de las peores etapas en ese partido histórico, que curiosamente nación para combatir los excesos de una clase gobernante de los 50, 60 y aquel presidencialismo mexicano. Reeditados los usos del poder unipersonal en Andrés Manuel, salen los pitufos al campo de batalla, camarilla de enanos, políticos groseramente abusivos, mentirosos y enamorados del dinero... Marko, Romero, Taboada, Von Roerich... son ejemplo de esta cofradía. Fichados en el cartel inmobiliario, pero esa es una parte del multinivel en que operan. Marko traiciono a su militancia, tapiaron los caminos para evitar que verdaderas mujeres y hombres, con la piel limpia de porquería, pudieran llegar al tablero de mando.
Marko Cortés es el ejemplo de una generación que se hizo muy fuerte con peña nieto, que transo con la presidencia y aceptaron los acostones respirando el concubinato sin perder los grandes negocios. Ese es el pan que enterró a Gómez Morin, Efraín González Luna (primer candidato a la presidencia de ese partido) a Castillo Peraza, Manuel Clouthier, Luis H. Álvarez, a Luis Calderón (papa de Felipe Calderón Hinojosa), Salvador Abascal. Eso sí, mochilisimos, conservadores, persignados, pero fieles representantes de un sector de mexicanos que poseen una visión diferente para hacer gobierno. Lo cual no está mal, (en lo personal no comparto sus principios, me considero de centro izquierda) pero no se puede negar que la naturaleza de sus ideas da alimento a debates que enriquecen la democracia, que le dan vitalidad al país. imagínese un domingo sin marea rosa y esas estampas tan victorianas de la gente bonita.
Pero este pan, el de Marko Cortés, mostró un rostro hipócrita, cobarde... alejado de su militancia, negado a la autocrítica y por ende, cegado por la ambición del manejo de millones de pesos de una política paraestatal llamada partido acción nacional.
Por cierto, el PAN, un partido con fuerte olor machista, no termina por aceptar que eso de ofrecer misas entre puros varones los ha llevado a nadar contra corriente, en un mundo en donde las mujeres son las más recias protagonistas.
En el pan de hoy siguen con la idea de que una mujer es una lavadora con patas, así lo han mencionado los fox y los markos Cortés, que siguen dominando la escena.
El PAN, de no reinventarse, estaría a un par de procesos electorales en seguir los pasos del PRD, o sea, sin registro, oficiando homilías entre rezos y llantos. Así que, los azules, sabrán si se purgan hoy y retoman con dignidad su papel de mochos o el infierno del olvido les espera.
Y sí, su anticristo les llego, un tal Marko Cortés Mendoza.
Miguel Ángel López Farías,
@MiguelLoFarias @UrbeDeHierro @Anpert2
Periodista, locutor, conductor de noticias, Radio Cañón 760 AM. Presidente de la Academia Nacional de periodistas de Radio y Televisión (período 2020-2024, AMPERT)