El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla": Enrique Tierno Galván (1918-1986) Político e intelectual español.
Un hecho nunca antes visto. Durante algunos de los desfiles militares en la capital del país, la de los Estados y algunos municipios, miembros de las fuerzas armadas se dieron a la labor de acercarse al Pueblo mediante un contacto casi personal.
Repito, es un hecho nunca visto con anterioridad ya que los desfiles se realizaban sin mayor trascendencia que la presencia de todo tipo de fuerza armada; soldados, marinos, fuerza aérea y hasta las policías locales o federales.
Por ello, destaca la actividad de relaciones públicas de las fuerzas armadas, en especial de la Secretaría e Defensa Nacional que encabeza Crescencio Sandoval.
Aunque fueron “detallitos”, como regalar pines, sacar selfis con soldados o marinos uniformados, así como el prestarles las armas “de alto poder” (para mí todas las armas son de alto poder, ya que son para matar), tienen una trascendencia en estos momentos en que a la Sedena se le entregó el control de las policías a nivel federal, a través de la Guardia Nacional.
En el marco de la militarización del país, aunque es mejor dicho la legalización de la militarización del país, el Ejercito deja las oficinas burocráticas y sale también a la calle para acercarse a la sociedad.
Esto, no es negativo. Por el contrario, es una forma de romper con el ostracismo en el que vivieron desde que fueron marginados de la actividad social en el sexenio de Miguel Alemán, cuando los sacaron de la política (del PRI, pues) en 1946.
La historia de las fuerzas armadas en México, han estado marcadas en la total lealtad al presidente de la República en turno. Incluso han sido usadas en contra del pueblo mexicanos. Así ocurrió para mantener en el poder (como una línea monárquica), como ocurrió con la lucha interna contra Miguel Enríquez Guzmán y mantener al delfín de Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines; Juan Andreu Almazán, fue apabullado por Lázaro Cárdenas, para dejar a Manuel Ávila Camacho; y qué decir de la llamada guerra sucia de los setentas que acabaron con la guerrilla en el país, o los casos de Tlatlaya o de Acteal.
En fin, esto es historia, pero no puede marcarse por esos hechos a las nuevas generaciones, pero son antecedentes de lo que puede ocurrir si no se les proporciona un marco jurídico civil a quienes puedan violar la ley desde las fuerzas armadas.
Todo esto se enmarca con la postura adoptada por López Obrador. Les otorgó infinidad de actividades que no están relacionadas con la Seguridad Nacional. Les dio aduanas, puertos, aeropuertos, construcción y otras actividades que son más bien experiencia de civiles.
El presidente López Obrador, tocó nuevos temas relacionados al grito del 15 de septiembre. Usó el término muera que usó Miguel Hidalgo. Las palabras exactas quizás nunca se sepan. Pero uso términos como "¡Viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII, Viva América!, ¡muera el mal gobierno! ¡Mueran los gachupines! Por cierto, hubo un grito que tomó de sorpresa al Zócalo: Se-de-na Se-de-na.
Las relaciones públicas, con profesionales, no es nuevo en ejércitos del mundo. Lo tienen materialmente en todas las naciones desarrolladas.
Sin embargo, ¿es una señal de un retorno a la actividad política y pública de las fuerzas armadas ante una nueva época donde los añejos enemigos del Ejército, los izquierdistas, cambiaron de opinión con el fin de recibir apoyo de ese sector?
PODEROSOS CABALLEROS
UCRANIA, MOLESTIA POR INDEFINICIÓN DE AMLO
Estoy de acuerdo con López Obrador, al afirmar que es fundamental es tratar de salvar vidas y evitar sufrimientos en esos países involucrados en la guerra entre Rusia y Ucrania. Los ucranianos, encabezados por Volodímir Zelenski, están en una guerra que destruye su país y no hay posibilidad de ganarla. Es sentenciar a muerte a miles de sus compatriotas y destruir su economía, para después depender de los vencedores, que seguramente no será Rusia, sino las naciones que les darán créditos para la reconstrucción y armas para enfrentarse. El plan pacificador de AMLO, es cándidamente imposible, pero es un esfuerzo más por recuperar la paz para el gran pueblo ucraniano.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: RICARDO SALINAS
“Ideas que transforman sociedades para cambiar al mundo”, es el título del más reciente libro de Ricardo Salinas Pliego, quien resume su motivación al escribirlo, con una frase contundente en la que señala que “hoy no podemos concebir el desarrollo de México sin empresas pujantes, como tampoco es posible pensar en empresas rentables sin una sociedad próspera”. El libro es una compilación de los blogs de Ricardo Salinas Pliego acerca del rol primordial que tienen las empresas y la sociedad civil en la promoción de un cambio cultural que genere bienestar y deseos de mejora en la población. Aborda también, en este libro sus ideas sobre libertad, innovación y cultura y respecto al valor social y ambiental, con énfasis en la educación y las acciones impulsadas por Grupo Salinas. El prólogo es de personalidades filantrópicas como Dean Kamen, fundador de FIRST y Fernando Suinaga, presidente de Cruz Roja Mexicana, en tanto que la introducción es autoría de Ninfa Salinas, Presidenta del Consejo Directivo de Fundación Azteca.
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