"Rendirse ante la adversidad es mostrarse de su parte": Diego de Saavedra Fajardo (1584-1648) escritor español
El oficialismo en México, encabezado por López Obrador, se niega a reconocer un hecho evidente y preocupante: el incontenible crecimiento de la inseguridad del país.
No se trata del aumento en el número de crímenes circunstanciales o cotidianos. Se trata de una ola deliberada de asesinatos en todos los rincones de México.
Mueren miles de hombres, mujeres, niños, adolescentes y ancianos, con un común denominador: la impunidad.
Pareciera una guerra civil. Mexicanos contra mexicanos y un gobierno pasmado, inmóvil, ante un fenómeno que lo rebasó hace un lustro.
La escalada de violencia no es nueva. La venimos arrastrando desde los años ochentas con José López Portillo y su guerra contra el narcotráfico ordenada por Estados Unidos, llamado operación cóndor.
Al poco tiempo nos encontramos con una guerra entre los diversos grupos delictivos por el control de la producción, trasiego y comercialización en México y en Estados Unidos de opioides y pastillas psicotrópicas.
Fue creciendo la violencia en forma exponencial a través de los sexenios. En algunos bajó en forma relativa, pero en otros, en los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel, López Obrador tuvo una escalada exponencial.
Los asesinatos fueron, en los gobiernos de Peña Nieto y López Obrador, incontrolables.
Además, la población civil se convirtió en rehén de los criminales, quienes vieron una veta de oro, ante la inmovilidad y complicidad del gobierno. No era para menos. Tanto policías como militares se involucraron recibiendo sobornos.
La capacidad técnica, estratégica y económica, rebasaron las capacidades del gobierno de Peña y el de Morena de AMLO. Durante el debate entre Xochitl Galvez y Claudia Sheinbaum, se presentaron únicamente dos opciones: la continuidad de Morena, en los abrazos, y no balazos, y la postura dura contra criminales de Xóchitl Gálvez.
Pero, sólo se dedicaron a exhibir los lazos de criminales con los políticos de sus opositores. Eso y nada es absolutamente lo mismo.
Aparentemente, ambas saben a la perfección que se necesita una estrategia no sólo nacional, sino internacional con el apoyo de Estados Unidos y otras naciones que sufren el flagelo del crimen incontrolado a consecuencia de esas organizaciones.
Esto, aunado a los asaltos cotidianos, donde millones de mexicanos han sido atracados por criminales menores, hasta los extorsionadores y otras lacras que han surgido gracias a la impunidad que les ofrece el oficialismo en el gobierno.
Se esperaban decisiones contundentes. Ni Claudia, ni Xóchitl, ofrecieron soluciones; sólo reconocieron la magnitud del problema social que vive México.
PODEROSOS CABALLEROS
MAREA ROSA
La movilización del domingo pasado, en más de 93 ciudades de México y en varias regiones del mundo, en contra del gobierno de López Obrador fue importante, no sólo por la manifestación de miles de personas, sino porque demuestra que el país está dividido en dos. Los que están en favor del oficialismo los que están en contra. López Obrador logró dividir a una nación que estaba unida. Se respetaban las ideas de los demás. Hoy, hay división hasta en los mismos hogares. la libertad de ideas, definitivamente debemos luchar por ellas, pero la forma de apasionarse por tener puestos en el gobierno, ha llegado al crimen de decenas de aspirantes a posiciones de elección popular. Parece ser, lo cual estamos seguros, es un gran negocio para quienes llegan a posicionarse de un hueso gubernamental. La María Rosa, que es una respuesta a la marea roja del socialismo, demostró que también hay músculo del lado contrario al gobierno de AMLO. Esto pon nervioso a oficialismo y los estrategas de palacio nacional no tienen ni la menor idea de cómo contener la María Rosa en las urnas del próximo 2 de junio.
MÁYNEZ, ¡LÁSTIMA!
Durante el debate del domingo pasado, Jorge Álvarez Maines no hizo mal papel en cuanto a propuestas. Sin embargo, demostró una vez más que es el esquirol financiado por Morena y el gobierno federal en estos comicios. Sus servilismo al oficialismo, le debe dar como premio cuando menos una embajada. Lástima. Tiene talento, pero muchas debilidades.
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GOBERNANZA
MARÍA TERESA TIRADO