EL DÍA DOCE DE OTUBRE MUCHOS DICEN QUE ES EL DÍA DE LA HISPANIDAD Y A LO MEJOR ES EL DÍA DEL MESTIZAJE Y DEL EXTERMINIO DE INDIOS POR PARTE DE LOS GRINGOS, TAL COMO NOS QUIEREN ELIMINAR AHORA. Hace algunos años viajaba con un grupo de amigos e ingresamos por Nuevo Laredo a los Estados Unidos y como varios de ellos tenían la tarjeta de residentes uno de los agentes de migración, a todas luces
mestizo con los pelos parados y resentido y molesto, ponía muchas trabas, así que uno de los amigos que viajaba con nosotros le dijo: “Pues no sé porque le hacen tanto rollo, si lo que deberían de hacer es poner la frontera en el kilómetro treinta,” donde se ponía la revisión de la aduana mexicana, y el pinche agente de migración gringo, ya contestó en español diciendo: “Pues si nos interesa la marranera, pero sin los marranos”, y le mentamos la madre, y nos regresamos…
Hace algunos días, cuando la gente de la frontera dejó de ir a los Estados unidos, muchas de las tiendas comenzaron a resentir la ausencia de compradores y como son organizados y demandan a sus autoridades acciones, comenzaron a demandar que se aflojaran los trámites y que no se diera mucho carrete a las declaraciones del loco de Donald Trump, con tal de que las gentes de México tomaran confianza y volvieran a ingresar para hacer sus compras en la zona fronteriza. Pero también recordaba que, cuando tuvieron una mala racha en la compra de café y azúcar, ellos mismos, decretaron el boicot a la compra de esos productos, y eso sí, muy rígidos para hacer sus revisiones, pero cuando llegaba algún gringo con café o con bultos de azúcar no se la hacían de tos y lo dejaban pasar sin problemas. Pero en cambio, nosotros, cuando tenemos problemas con algunos productos, los agentes de aduanas “mexicanos” y los policías de la región, se ponen más rígidos y decomisan para su santo las mercancías con cualquier pretexto, y cuidado protesten, porque en ese caso le cargan de drogas o armas y lo consignan con otros policías con tal de sacarle más dinero en la mordida, en el papeleo y trámites.
Los aduanales mexicanos se ponen rígidos y pinches con los residentes de la frontera que van a comprar para su consumo, pero en cambio, les brindan todas las facilidades a los contrabandistas de ropa usada, armas, medicamentos, precursores químicos, dinero, bebidas embriagantes y maquinaria, allá, con el control que tienen los agentes de aduanas en la región todos saben que hay que llegarle al precio al administrador o a los vistas y agentes, y por medio de ellos cada carga de acuerdo al destino tiene un precio y más cuando esos productos no son de origen gringo y pasan como si fueran mercancías en tránsito para quedarse en los tianguis, mercados y tiendas departamentales o boutiques de lujo. No solamente son las ropas, también son los comestibles de lujo o los refrescos que ya van a vencer en su tiempo y las tiendas las ponen a remate con los grandes contrabandistas y ellos los contrabandean a los tianguis y mercados para venderlos como si no fueran refrescos que ya caducaron, y las utilidades son enormes. En muchos casos, también, contrabandean los precursores químicos y armamento y dinero para que los grupos de la delincuencia organizada operen con total libertad bajo la protección de las policías mexicanas y las autoridades aduanales y los políticos que están metidos en el inmenso negocio; para que tengan una idea del negocio piensen en que los discos vírgenes de que llevan a la mercancía pirata y se venden a quince pesos por cada uno, ellos, lo contrabandean a diez centavos por pieza, es decir, un poco más de un peso noventa centavos, y la inversión para hacer la producción pirata es nada, porque tienen grabadoras en línea e impresoras para darles forma a las pastas, y así, el negocio es enorme y grande, al pensar que cada tráiler carga un mínimo de un millón de piezas vírgenes, y cada día, pasan varios tráileres para producir películas y discos pitaras.
En las pacas de ropa usada que controlan los grupos mafiosos y no los vendedores en los tianguis, se pasan armas, cartuchos y dinero, para que se hagan llegar a los jefes de jefes, a los aduanales, políticos y policías. Así que cuando se dio el aviso de que para mantener un control de las aduanas se modernizaría el sistema, todo el mundo que opera en ese negocio supo que lo único que tenían que tener era paciencia para que se acomodaran los jefes y pusieran sus cuotas, y claro, las cuotas con aumentos significativos porque cada día que se acerca más el fin del sexenio y del gobierno, se aumentan las mordidas, porque se debe tener dinero, mucho dinero para brincarle al siguiente sexenio, o cuando menos, optar por alcanzar un puesto mejor. Conociendo a los contrabandistas serios y honestos, los agentes aduanales garantizan su permanencia en el puesto, y claro, el que no dejen de recibir las participaciones del inmenso negocio en las aduanas con el contrabando de todo. Acordémonos que ya viene el proceso electoral del 2018 y se necesita mucho dinero…