En ocasiones, recuerdo cuando el hambre calaba y los zapatos rotos eran rehabilitados por el “maestro remendón” o cuando veíamos cambiar los tiliches viejos por alguna olla de peltre o cuando llegaba el soldador a tapar las ollas o sartenes que se deterioraban, puedo recordar en ocasiones, con llanto, cómo podía ver con delicia un buen pan en la panadería o una buena torta y recuerdo también los sacrificios que hacían mis padres para darnos lo
mejor dentro de esa vecindad, a lo mejor, por esa razón y otras más intelectuales y de aprendizaje, pude ir cambiando mi forma de ver el mundo y la vida sin dejar de pensar en el hambre, la miseria, la desocupación, la violencia, las tragedias cotidianas, la falta de dinero para los más, la falta de justicia social y de justicia distributiva, y puedo entender las razones por las que hay pocos inmensamente ricos al lado de millones de inmensamente pobres, lo entiendo, pero o lo acepto ni lo puedo justificar. por ello, cuando vemos los miles de millones que se utilizan para las movilizaciones de los candidatos a los procesos electorales y sabemos de la enorme corrupción, el derroche, las transas que se hacen con nuestros, sí, nuestros recursos naturales al venderlos o explotarlos para algunos cuántos y que hagan inmensas fortunas y negocios privados, cuando sabemos del uso indiscriminado de nuestros recursos financieros por medio de préstamos o de inversiones amañadas en favor de un grupito de gentes que los usan para sus negocios privados, no hay más remedio que nos indignemos y les mentamos la madre, cuando menos… pero la verdad es que nos dan ganas de colgarlos y fusilarlos.
Algún tarado de la “alta” sociedad, me decía que ellos no tienen la culpa de haber nacido con esas ventajas y que no son culpables de que existan millones de pobres y miserables, y se le olvida que su padre era un “líder campesino” que recibió el apoyo y la protección de gentes del poder y que de ahí viene su “buena cuna”, olvidando que los miembros del infeliciaje nacional también, como él, tienen sangre roja y no tienen nada de “sangre azul”, y hoy en día, los vemos gastando millonadas en la compra de regalos para la Navidad y para encantar a los amigos cercanos a los amigos de los amigos del candidato, de su candidato, a la presidencia que se viene arrejuntando con otros que quedaron a lo largo de la carrera que solamente califica un solo dedo, y nos hablan de las bondades de su carrera y de los muchos estudios que logra cursar gracias a que tuvo una familia acomodada que tuvo el dinero suficiente para mantenerlo estudiando sin trabajar y pudiendo tomar vacaciones con sus cuates de las escuelas privadas y confesionales para hacer pactos y relaciones para continuar en el poder para joder. Y mientras esto sucede, leemos que una madre, en la central de autobuses, cargaba a su niño muerto, envuelto en unos plásticos y quería esperar a un pariente que le prestaría algún dinero para llevarlo a enterrar a su natal Puebla, y recordamos que ahí están muchos políticos y “empresarios” y financieros que saquearon a los miserables de Oaxaca, y no tenemos más que mentarles la madre y exigir que se les lleve a la cárcel o rogar a Dios para que se los lleve la tiznada…
Y cuando volteamos, vemos, ahora, a los niños bien, metidos a todos los grupos y partido políticos luchando por mantenerse en el poder, no para servir sino para chingar, como es la realidad. Esa mujer de 25 años, la del niño muerto y envuelto en plásticos, contaba su sufrir durante tres años en que tuvo que atender, como podía, sin ser apoyada por las autoridades ni por las gentes que le contrataron como sirvienta, a su pequeño hijo, y cuando llegan los policías a ver lo que sucedía la llevan al ministerio público y la interrogan y la tratan de culpar hasta que se dan cuenta de que ella no mató a su hijo, que lo amaba pero que Diosito se lo llevó y no cuenta, porque no entiende, que es la injusticia y la mala sociedad la que hace esos crímenes de lesa humanidad…porque no hay JUSTICIA SOCIAL NI JUSTICIA DISTRIBUTIVA, joder, si Dios no es malo, ni pone pruebas porque debe ser amor, pero nos engañan y nos dicen una cosa para que no entendamos la realidad y nos perdamos en las comedias de la rosa de Guadalupe o las pendejadas cursis con la que explota el morbo la televisión… y de pronto, las autoridades se dan cuenta que no es asesina sino víctima de la sociedad, y le apoyan para que vaya a enterrar a su hijo, con su llanto, a su pueblo en la sierra poblana y cuando esto sucede y los pasajeros que no entendían lo que veían, comienzan a darle apoyo con algunos pesos, porque así son los jodidos, se ayudan entre jodidos, porque los ricos, solamente prestan, salvo algunos como mi querido hermano Raúl, que apoya con el corazón de pollo que tiene y no aguanta ver a tantos pobres que piden apoyo en las calles de Oaxaca y llora y se deprime, pero no se queda ahí, apoya de verdad para ayudar a muchos niños y otras gentes que lo necesitan, y es cuando me convenzo de que ayudando recibe mucho más, porque el Señor Dios le ayuda a salir mejor en sus negocios y a vivir con alegría con su hermosa familia y convivir con sus amigos. Pero no todos son así, él, ha sufrido muchas veces la perdida de todo y lo bueno y mejor es que cada caída le da los ánimos para levantarse y continuar creciendo y apoyando, así deberían ser muchos, y por eso cuento su pequeña historia de gran valor. Pobre madre que abandonada y sola cargaba a su hijo muerto envuelto en plástico para llevarlo a enterrar a la sierra de Puebla, y tuvo que darse cuenta que hay gentes buenas y nobles, y otras que son, simplemente, unas tales por cuales, que no tienen corazón ni valores ni amor para con los suyos, y cuando escribo y reviso la historia acompaño a la mujer con mi llanto, y también sufro, porque a veces siento que se me va la vida y no puedo ayudar a más o a mí mismo y ver que el dinero apenas alcanza para medio sostener a los que amo, y mis fuerzas se van terminando para poder trabajar… pero así es la vejez y los tiempos cambian…hay ciclos que deben terminar sin llanto…(Peña Nieto, confunde Chiapas con Oaxaca, pero no se confundan, es que Peña Nieto, lleva a Oaxaca en el corazón)