Sin duda, hay muchas preguntas y muchas lagunas a lo largo de la vida. Algunos me preguntan constantemente cómo era la vida en la Cárcel de Lecumberri en esos
dos años ocho meses que estuvimos en la cárcel acusados de muchos delitos y soportando las agresiones del régimen y las de algunos cuates que no entendieron ni entienden que los enemigos no éramos nosotros sino el sistema y los representantes del mismo. Por ejemplo, recuerdo mucho la seriedad y la hombría del maestro José Revueltas y cómo no la podría tener si antes de ser mayor de edad, a los 18 años, ya había sido encarcelado por sus ideas y por sus ideales en las Islas Marías, donde escribe “Muros de Agua”, él vivía con ese orgullo de los que caen a la cárcel o a la tumba o andan errando en la huida como los que tienen ideas e ideales, como siempre lo manifestó, y demostró, otros maestros solamente estaban porque no querían verse viejos y dominados por el sistema y reaccionarios, pero lo eran en la realidad y solamente buscaban salir en las fotos y en las declaraciones, y se les escuchaba lamentarse en la soledad de sus celdas y arrepentirse de su acción, en fin, algunos otros, lo veían como una forma de aventura de nuevas experiencias y les encantaba ser el centro de atención de las chicas que llegaban a la cárcel a “convivir con los presos políticos” llevando viandas o medicamentos o el simple acompañamiento que rompe la soledad, y otros muchos, tuvieron que sobrevivir con mentadas, resentimientos, angustias, miedos, y no sabían cómo llevar la soledad en las noches de insomnio ni entendían bien a bien lo que sucedía cuando pasaban los meses y los años y nos sentenciaban a veinte años y faltaban otros más por delitos del fuero común, que jamás cometimos…
Es curioso,pero cada vez que se festejaba algo en el calendario, como el día de la guadalupana, navidad, el informe presidencial, el año nuevo, la visita de un personaje político del extranjero, se corría el rumor de que: ahora sí, seguramente, se ablandaría el corazón de Díaz Ordaz y de Echeverría y saldríamos libres sin saber cómo… no entendíamos ni eso de la amnistía ni que el sistema nos había derrotado y daba un ejemplo para los demás, con nuestro encarcelamiento, sobre todo, cuando el movimiento en las calles se había paralizado…y ahí, en verdad, empezó la enorme tragedia dentro de Lecumberri, se comenzaron a dividir por grupos, por intereses, por complicidades, por resentimientos, por odios y todo esto lo volcaron en contra de otros presos, que sufrían por el mismo conflicto y por el mismo sistema. No se entendió que en esas condiciones cuando planteábamos un movimiento popular y democrático el sistema y el gobierno, no entendían lo que era eso porque ellos eran el resultado de un movimiento armado, donde los conflictos les llevaron a implementar un partido único, con organizaciones y movilización política por medio de los controles en el sector obrero, popular y campesino, y además, contaban con la formación del gobierno y su administración y con el apoyo de los burócratas y el control de los sindicatos del magisterio, petrolero y electricistas, aunado al entonces importante sindicato de telefonistas, y contra esto no luchamos, solamente planteamos la necesidad de un cambio sin entender que el gobierno no dialogaba: IMPONÍA, no tenía capacidad ni necesidad de diálogo y menos con manifestantes que no controlaban ningún sector productivo, y ya habíamos visto las represiones en contra del magisterio, del ferrocarrilero, de médico, el aplastamiento del movimiento en contra del aumento del precio de pasaje en los camiones, y habíamos visto las represiones brutales en el sector campesino y en muchos de los movimientos del sector popular, pero la juventud, la inexperiencia y el ego de sentirnos importantes no nos dejó ver lo que venía, ni la represión ni los movimientos donde utilizaron a los mismos grupos de maestros y algunos de los “dirigentes” estudiantiles que se consideraban de importancia pero que no plantearon mayor cosa más que los movimientos que les ordenaban hacer sus entrenadores en la política, y así, se notó, sin que se diera algún rompimiento, el interés de algunos en sostener como lo hicieron al margen de la mayoría, las famosas “platicas discretas con funcionarios y políticos del sistema y del gobierno”, y a ellos les dieron las esperanzas de empleos como después les cumplieron y de participación política como hasta la actualidad tienen, por ello, se promovió la confrontación entre Poli-Normal contra UNAM y no es que en las bases se dieran esos conflictos, no, en el caso de Chapingo, el entonces Secretario de Agricultura, con amplias relaciones con el presidente, sostenía una buena relación con la dirigencia y por ello Chapingo aparecía como distante en su dirigencia más no en la participación de sus bases, y también se utilizaron las amplias relaciones que mantenían los dirigentes del Partido Comunista Mexicano con muchos políticos, en especial con Echeverría, que era su pastor y gestor ante el sistema y por esa misma razón, se les utilizaba para dar el golpe final al movimiento en su final complejo y terrible ante la represión en Tlatelolco y la represión y acción en que la prensa nacional, la radio y televisión jugaron el papel de manipulación más importante que se hubiera visto, por lo que el famoso movimiento estudiantil se quedó muerto en la Plaza de Tlatelolco y se silenciaron las voces por el temor y el terror, y las movilizaciones estudiantiles se frenaron y se apagaron desde el día tres de Octubre, y en el doce de Octubre, al inicio de las Olimpiadas…negociaciones de los sobrevivientes y de estudiantes en la calle con varios sectores, incluyendo a Díaz Ordaz, Echeverría, Corona del Rosal, Martínez Manaotuo y directores de escuelas, rectores y maestros miembros de la alta burocracia política que daban clases y servían al sistema, y dentro en Lecumberri, la confusión y las divisiones, los odios, los resentimientos y el no entender nada de nada al graoe de acusar a las víctimas que como ellos sufrían cárcel y represión, de traidores y provocadores, sin ver que los traidores estaban en el sistema y los provocadores también… en fin, el tiempo, es madre de la verdad…