Robert Michels (1876-1936), escribió en su libro: LOS PARTIDFOS POLÍTICOS, donde describe la LEY DE HIERRO DE LA OLIGARQUÍA. DICHA LEY AFIRMA: “Tanto en autocracia como en democracia siempre gobernará una minoría; la idea básica es que toda organización se vuelve oligarquía”
“Los líderes, aunque en principio se guíen por la voluntad de la masa y se digan revolucionarios, pronto se emancipan de esta y se vuelven conservadores. Siempre el líder buscará incrementar o mantener su poder a cualquier precio, incluso olvidando sus viejos ideales”.
“Por eso las organizaciones políticas pronto dejan de ser un medio para alcanzar determinados objetivos socioeconómicos y se transforman en un fin en sí mismas.”
“LA LEY DE HIERRO DE LA OLIGARQUÍA FUNCIONA EN TRES ARGUMENTOS”
“En primer lugar, cuanto más grande se hacen las organizaciones, más se burocratizan, ya que, una parte, se especializan, y, por otra, deben tomar decisiones cada vez más complejas y de forma más rápida. Aquellos individuos que conocen cómo tratar los temas complejos con los que se enfrenta la organización se van volviendo imprescindibles, formando la élite” Como es la tecno burocracia en el poder que hoy vemos en México.
“En segundo lugar, se desarrolla una dicotomía entre eficiencia y democracia interna, de modo que para que la organización sea eficiente necesita un liderazgo fuerte, a costa de una menor democracia interna”
“En tercer lugar, la propia psicología de las masas hace deseable el liderazgo, puesto que son apáticas, ineptas para resolver problemas por si mismas; son agradecidas con el líder, y tienden al culto de la personalidad. Su única función sería, pues, la de escoger de vez en cuando a sus líderes”
Y si vemos lo que es la historia en el país podremos ver muchos de ejemplos de cómo los liderazgos se van convirtiendo en dictaduras y esas dictaduras, sin ser violentas, necesitan de una burocracia y una tecnocracia que vaya resolviendo los problemas, pero es tal su crecimiento que en vez de solucionar, complican los problemas hasta que se convierten en un peligro para la sobrevivencia de un país, de ahí que la gente vomita nuevamente a esa masa de burócratas insensibles y corruptos, y busca un nuevo liderazgo, que si no tiene conciencia de lo que debe hacer y se aísla de las bases, vuelva a generar el círculo que nos describe Robert Michels,
Hace unos días comentábamos que, en las condiciones políticas, se podría suponer que, por ejemplo, en un Estado como Oaxaca, donde gobierna Alejandro Murat, del PRI, que tiene una formación con la visión extranjera y nacional de lo que debe ser un desarrollo en una entidad pobre y compleja como Oaxaca, sabe que el nivel de liderazgo es vital para mantener en movimiento al aparato que, a veces, se frena porque no entienden, algunos de los colaboradores, que lo que importa es resolver y no andar de acompañantes del líder, y se debe actuar en las condiciones que marcan los tiempos y las circunstancias, y no estar involucrados en las estadísticas y las rutas críticas, porque los niveles de pobreza, necesidades, urgencias, manifestaciones y demandas, son distintas a las que marcan las teorías y la normatividad de una burocracia que podría considerarse avanzada, pero que no rinde los resultados en las condiciones de la realidad compleja de la pobreza, marginación, abandono y manipulación que mantienen los cacicazgos regionales, que alientan los mismos políticos en varias de las regiones del estado, por esa razón, los técnicos puros no dan resultado en Oaxaca, como los políticos puros tampoco, porque no entienden las normas, y al violarlas, utilizan inadecuadamente los puestos y presupuestos acabando en la corrupción o en la ineficiencia, como lo vimos en los tiempos de Gabino Cué, quién propició el desastre y el saqueo de los recursos y de las finanzas públicas de la entidad, así, hoy toca aún, en esta etapa, a Alejandro Murat, dar orden y poner ruta al desarrollo y esa debe ser su tarea.
Si en verdad se logra fortalecer al gobierno de Alejandro Murat y da resultados en su desarrollo y bienestar a la comunidad, es lógico que un gobierno fuerte no necesita de negociaciones, sino de acoplar sus acciones a los cambios que se den en el país a nivel económico, político y social, por ello, requiere que sus candidatos ganen los procesos electorales en Oaxaca, y así, se tiene confianza en la nueva dirigencia del PRI con Jorge Gonzáles Ilezcas y candidatos como Raúl Bolaños Cacho Cué y otros más que puedan entender su liderazgo con lealtad y eficiencia, y provocar que la administración y la burocracia entiendan que deben resolver los problemas, no complicarlos.