Al paso de los años hemos aprendido que ante acusaciones sin sentido, sin comprobación, lo mejor es callar, si el tiempo es la madre de la verdad, es cierto
que poco a poco se van aclarando las cosas y es muy lastimoso que para cubrir los odios y los resentimientos se tenga que cargarlos a otras personas que, al final de cuentas, también han sido víctimas del acoso, de la represión y de la violencia del gobierno y del estado por participar en un movimiento que ha sido factor importante en la historia del país porque desnudó la violencia de un sistema y la falta de democracia y la traición y el golpismo y las relaciones con los grupos de poder internacional y los manejos perversos de la CIA, operados por medio de los más altos personajes de la vida política del país donde se incluyen a militares del Estado Mayor Presidencial y al mismo presidente y algunos funcionarios del primer nivel y de los cuerpos de seguridad que no han entendido que lo mejor es explicar y dialogar que reprimir y asesinar, siguiendo aquella forma de gobierno porfirista donde a los protestatarios se les dictaba la política del encierro, el destierro o en entierro Y A LOS JÓVENES DEL 68 SE NOS APLICÓ TODO ESTO Y MÁS…
Pretender sostener la acusación de que el 27 de agosto del 68 tuve una acción perversa y de provocación porque en ese evento, cumpliendo los dictados del CNH se había decretado y ordenado que un grupo de representantes hiciera el discurso que se pronunciaría sobre el DIÁLOGO PÚBLICO, AL FALLARLE LA VOZ AL COMPAÑERO COMISIONADO, LO TOMA PARA SU LECTURA, FERNANDO HERNÁDEZ ZÁRATE, Y EN UNA PARTE DEL MISMO SE DECÍA QUE: SE “SOLICITABA EL DIÁLOGO PÚBLICO EN UN RECINTO COMO EL PALACIO DE BELLAS ARTES O EL ESTADIO OLÍMPICO” y al escuchar eso, la base estudiantil que venía conscientemente manifestando que se requería un diálogo púbico donde todos lo viéramos, comenzó a demandar con el grito de ZÓCALO,ZÓCALO,ZÓCALO y, días antes, el mismo Heberto Castillo había señalado en uno de los discursos en la UNAM que aceptaríamos el diálogo siempre y cuando se pasara por radio o televisión Y, EN ALGUNA CONFERENCIA, PABLO GÓMEZ explica que se dice una cosa inexacta al acusarme de que promoví el plantón en el Zócalo, cuando los miles de participantes están decididos a quedarse en el Zócalo y muchos llevaban hasta sus mantas para ello, así que cuando el señor Guevara Niebla me continúa acusando de provocador y de instigador de actos que no son míos sino parte de un proceso que a lo mejor jamás ha entendido, comete una injusticia y genera una mentira más que no estamos dispuestos a continuar aceptando por lo que tendríamos que explicarle, a pesar de su enorme peso político que tendrá como subsecretario de Educación en el nuevo gobierno de AMLO, que no ha sido nuestra culpa si miembros del ejército mexicano solicitaron, cuando ocupaba el mismo puesto de subsecretario de educación, al presidente que lo despidiera, al acusarles de que ellos fueron los asesinos y causantes de todas nuestras desgracias en el 68 y, se olvida que, desde ese tiempo, el mismo Secretario de la defensa nacional aclaraba que las acciones en la escuela Nacional Preparatoria y posteriores acciones ordenadas que se ejecutan eran resultado de las decisiones y solicitudes del Departamento del Distrito Federal y de Gobernación y que, todos, sabemos, que esas instrucciones solamente se daban o se solicitaban con el acuerdo directo y aceptación del mismo presidente de la República.
Por no sé qué artes, también me acusa de que tengo mucha relación o tenido mucha relación con el ejército mexicano y en alguna ocasión, López Osuna, decía que yo era “coronel” y le demandé que lo probara, la verdad de las cosas es que al paso de los años y al conocer las memorias del General Marcelino García Barragán, publicadas por don Julio Scherer, donde da cuenta de la “traición “ que sufrieron a manos del jefe del Estado Mayor Presidencial y de su participación como operador de los grupos que disparaban desde los departamentos ocupados y de las gentes del Batallón Olimpia que se componía con miembros del EMP y de los grupos paramilitares que mantenía el regente Corona del Rosal y las acciones de las policías políticas en ese evento en Tlatelolco, donde llegamos todos con la convicción de que se paraba el movimiento y se iniciaban, porque había sido aceptada la negociación con el acuerdo de los dos representantes del presidente: JORGE DE LA VEGA DOMÍNGUEZ Y ANDRÉS CASO LOMBARDO con los representantes del CNH, ocho, donde Guevara Niebla era uno de ellos, para juntarnos como “corderitos” y detenernos en grupo, provocando la matanza y la represión para terminar con el movimiento estudiantil, es claro que todos fuimos engañados, incluyendo al señor subsecretario, y creo que por su alta investidura debería tener claridad en sus acusaciones y no dejarse ir por sus odios y resentimientos e investigar seriamente lo sucedido, y sobre todo, las acciones de la CIA y la gran traición del gobierno de Díaz Ordaz que, al final de cuentas, son los asesinos y brutales represores de esa época, y no nosotros que fuimos, también, víctimas, y no se distraigan, parece que no entiende el concepto de amor y paz de su próximo jefe y en vez de provocar conflictos deberíamos ponernos a dialogar para intercambiar experiencias e información para entender la verdad…sin duda hay una visión universitaria del movimiento y otra politécnica que sería bueno revisar…