Es bien curioso y me demuestra que el tema del chayotazo es tan cierto hoy en día que los mayores ataques que he recibido tratando de descalificarme sobre
los libros y los temas que hemos tratado del 68, sean los “respetables comunicadores chayoteros” que han gozado millones de pesos sacados de las arcas públicas a sus bolsillos, y que siempre han estado al servicio del “sagrado señor presidente”, no hay duda que el culebrismo paga y bien, en fin, el chayote es bueno, dicen ellos, pero tiene espinas, y algunas veces las tragan y las defecan… así que no se vayan a empachar…o a picar mucho el trasero.
Resulta pues curioso que ahora se desaten los ataques de los “chayoteros” y que cuando se les han sacado las cifras de lo que reciben de presidencia ocultando lo que reciben de “fuera” con el cuento de las notas a los cuates, pues no hay duda de que tenemos que hacer un enorme esfuerzo para eliminar a esos “periodistas” para dar paso a la verdadera comunicación social que sirva y no sea utilizada como el palito para golpear a los enemigos de los que les alimentan con chayotes, así, muchos de ellos han sido constantes en eso de continuar con las labores del FIFOCHA, el fideicomiso para el fomento del chayo, cuyo lema es: políticos no definidos aparece en las sección de nota roja y, por tu chayo, hablará mi espíritu… pero con su chayo se lo coman pues. Capítulo cerrado, la única realidad es que ahora sabemos que la matanza, la trampa y los asesinatos de lesa humanidad fueron realizados por el gobierno, por el jefe de estado Díaz Ordaz alentando a su jefe del Estado Mayor presidencial para que se convirtiera en un grupo de sicarios y se mancharan de sangre inocente, y del entonces regente de la capital que sin la autorización del presidente jamás hubiera movido a las policías represivas y a la secretaría de gobernación que jamás hubiera actuado en el espionaje y los asesinatos y torturas si no hubieran tenido el visto bueno del presidente y en fin de otros muchos sicarios de la época y esos chayoteros no dicen esto, buscan desviar la atención culpando a otros inocentes que al final de cuentas también fuimos víctimas de esa represión con una violencia inaudita y pasamos dos años ocho meses en el “palacio negro de LECUMBERRI” y nuestras familias sufrieron persecuciones y todo tipo de acciones que atentaron contra su vidas y sus derechos humanos, que les quede claro a los chayoteros: nosotros no fuimos los sicarios que ordenaron los asesinatos y la represión, lo fue el gobierno de la época y sus hombre en el poder así que ahora ya todos conocen las razones incluso, por las que el presidente electo conociendo muchos más datos e investigaciones dice que elimina a este cuerpo de sicarios llamado Estado Mayor Presidencial porque ellos son los responsables del ataque y la matanza en Tlatelolco y no fueron los soldados, fueron los mandos que ya sabemos cómo se enriquecen en este canal cercano a los presidentes y qué bueno que se van aclarando las cosas, y ya deberían entender que en vez de andar encubriendo ellos a los asesinos y atacando a las víctimas que dicen la verdad, deberían pensar en todo el daño que han hecho a lo largo de su “carrera” al servicio de la represión y de la corrupción…no anden escupiendo para arriba a pesar que les manden y manipulen los de arriba…
Es como hoy en día, el oportunismo de la época, también se manifiesta y aseguran muchos que “ahora, Andrés, les tendrá que llamarles, ya que por ellos llegó al poder” y sí chucha, la neta es que Andrés Manuel López Obrador ganó por necio y por congruente en años, por el cansancio y el encabronamiento de los mexicanos y por la pérdida de credibilidad y confianza en las autoridades, es la obra, la gran obra de un verdadero transformador y no me digan que ando en busca de chamba como otros muchos “dirigentes,” porque no me interesa, pero si hay un reconocimiento a ese esfuerzo y a esa constancia de miles y miles de brigadistas, los “ególatras” se deben desinflar para que sea el pueblo, el verdadero pueblo de jóvenes de antaño los que hagan funcionar o aporten su esfuerzo para la cuarta transformación y, para hacerlo, se debe hacer con humildad y paciencia y, muchos viejitos ya no tienen ni la paciencia, ni la fuerza, ni el tiempo para ello.
La madurez y la calidad moral se gana con el esfuerzo diario y teniendo la conciencia tranquila y, a pesar de todo, hay que decir que eso se puede lograr con el desinterés que vimos actuaron miles y miles de brigadistas al incorporarse a la lucha social en el 68, repartiendo volantes, haciendo las marchas, defendiendo sus escuelas, recogiendo víveres y dinero para sostener el movimiento, exponiendo su vida, y no como lo vivimos con esos periodistas chayoteros que en vez de dar lección de hombría y honestidad estiraban la mano para atacar y recibir las migajas de los represores y asesinos, así que hoy, nuevamente, con el desinterés y con la honestidad se debe aportar el esfuerzo para sostener este triunfo popular y para hacer realidad muchos proyectos y programas que requiere de esa aportación, si lo hacemos, tendremos algo real de qué presumir y estar satisfechos…