Hace muchos años existían en los mercados populares los famosos
soldaditos de plomo, creo que todavía por ahí, en la Zona Rosa, existe una casa especializada en la venta de miniaturas y de soldaditos de plomo, eran en verdad una belleza porque despertaban la imaginación y se completaban batallas y en algunos casos se tenían réplicas de las grandes batallas mundiales. Además, también se vendía un soldadito de plomo que en su base tenía una especie de esfera que cuando uno le pegaba aparecía que se caía y de pronto se volvía a levantar, esto me recuerda mucho a Andrés Manuel López Obrador, le dan golpes y pareciera que está en el suelo y de pronto se levanta con mayores ánimos, no en balde la experiencia política es maravillosa en el manejo de la estrategia política y así tenemos que pocas veces lo pueden sorprender fuera de base y no acepta las provocaciones que anteriormente mostraban su visceralidad, hoy, no, se ve un político sereno y bien plantado, con la jugada por delante, como Pelé que parecía que le dibujaban las jugadas, pero en verdad lo que pasaba es que él tenía tanto dominio de la cancha y experiencia en la pelota que adivinaba dónde botaría y qué había que hacer para meter el gol que, al final de cuentas, es lo que vale para ganar, lo demás son especulaciones y justificaciones.
Pensaríamos que la renuncia de Carlos Urzúa tomaba fuera de base a AMLO y cuando Arturo Herrera explica su visión y cambio de juego, dice que ya estaba preparado porque se había hablado antes con AMLO por la posibilidad de sustituir a Don Carlos y es así que los mercados no sufrieron mucho ni se tambalearon las cosas porque además se tendría que reconocer que Romo y su equipo, ligado al control de los empresarios y financieros del país, seguramente realizaba ya un buen trabajo para que no se alborotaran las pasiones y los dichos y chismes de banqueta y vecindad, tan es así que el presidente acepta que las diferencias eran con él y con Romo y, esto muestra que el poder del señor Romo es enorme y no hay nada de las renuncias que muchos han especulado se podría dar en la 4T.
Lo que parece que no queremos entender los comunicadores y los políticos y las gentes es que, es verdad de que no estamos ante un CAMBIO DE GOBIERNO SINO QUE ESTAMOS VIVIENDO UN CAMBIO DE SISTEMA y para ello hay que sacudir todo el árbol de las instituciones para que caigan las frutas podridas y las ramas secas y si es necesario, transformarlas, de tal suerte que tengamos la visión de otro país en lo político, social y económico, lo que me queda en duda es que si los empresarios, financieros, especuladores, comerciantes podrán entender esos cambios y se podrán adaptar a ellos, porque si es un verdadero cambio de sistema pues ellos estarían en la desventaja, porque tendrán que dejar sus altos niveles de ingresos y de ganancias para mantenerse en la sana medianía y, la verdad, como vemos se ha reaccionado al exhibir a los especuladores y monopolistas de los medicamentos con gran escándalo, pensaríamos que estaban fuera de la jugada, pero no, lo impactante es que se les dan muchos contratos y vuelven ellos a sus andadas. Hace algunos años, platicando con algunos de los empresarios del grupo Monterrey con los cuales tenía una buena relación, les preguntaba qué era lo que pasaba cuando Echeverría les declaraba la “guerra” diciendo que eran los especuladores y los mensajeros del pasado y otras lindezas y ellos, me decían que, esos eran “pleitos verbales” que no les afectaban, lo importante, me decían, es que muchos gritos pero con él ganamos mucho pero mucho dinero. Nos puede mentar la madre, pero que no nos toque el bolsillo, porque entonces sí hay problema” y esto es lo que parece sucede en algunos casos, muchos gritos y denuncias de las mafias del poder, pero al final de cuentas, ellos, siguen con sus negocios y bueno, al final tenemos que entender que los empresarios no hacen política, controlan la política para que no les afecten sus ganancias y les permitan continuar con las mismas sin mayores problemas, esto es como cuando una se pelea con algún enemigo por teléfono, se dicen cosas brutales e insultan, pero hay la garantía de que están lejanos los dos porque los separa la línea del teléfono, al encuentro personal ya son otras las palabras y las reacciones…
Días antes de la detención del abogado Collado, salía del país uno de sus amigos y clientes más famosos, el expresidente Enrique Peña Nito, que viajara a España con su novia, esa salida discreta y sin mucho escándalo, como si supiera que lo que venía, lo podría meter en conflictos con el poder, por esa razón, ahora, se habla mucho de que este golpe tiene como mensaje para que los abogados que son grupo y controlan los negocios de la ley se vayan preparando, porque no están exentos de los controles legales y de sus detenciones por las transas que realizan en el libre mercado de la justicia. Hace algunos años, en los tiempos del presidente Ruíz Cortines, contaba que un grupo de abogados y diputados llegaron ante el presidente gritando, histéricos, que: “Señor presidente, el escándalo es que la justicia se vende”, decían en voz en cuello y dándose golpes de pecho. El presidente Ruíz Cortines, hombre de experiencia y de mucha sabiduría les contestaba sin mayor escándalo: “Señores abogados y diputados, ustedes están mal informados, en México, la justicia no se vende, lo que se vende es la INJUSTICIA” y, tan tan, asunto terminado, un juego de palabras y como somos tan afectos a los discursos, por esa razón se dan discursos por los compadres en bautizos, primeras comuniones, fin de cursos, quince años, matrimonios y hasta en los funerales, los mexicanos nos embobamos con las palabras y los dichos, pero no actuamos con los hechos que son los que valen, como los goles al final de un partido, no si manejamos y tuvimos la pelota de nuestro lado y no pudimos encontrar el hueco para el gol, eso no vale, lo que cuenta es el gol, incluso el que se mete con las manos como lo hiciera el pillo argentino, Maradona, que anda de lado a lado consumiendo los recursos de su “mano bendita”…. Pues así, acá, tenemos muchas lenguas benditas, pero no muchos hechos benditos…Por ello Benito Juárez decía: “no se me juzgue por mis dichos, júzgueseme por mis hechos, mis dichos son hechos”