NEGOCIOS TEPITEÑOS..... MIÉRCOLES 29 OCTUBRE

         MUCHOS PENSARÍAMOS QUE LOS DIRIGENTES DE ORGANIZACIONES SOCIALES LO HACEN POR EL SERVICIO A

 LA COMUNIDAD Y NO POR NEGOCIO, PERO NOS EQUIVOCAMOS, ES UN ENORME NEGOCIO.
         Es claro que en las zonas de gran comercio como es el centro histórico, la Lagunilla, la Merced, la Central de Abastos, Tepito se convierten en una enorme mina de dinero para los funcionarios y los empleados que cuidan los mercados y los policías, los inspectores, los políticos, los banqueros y prestamistas, los comerciantes de medio mayoreo y mayoreo, para los contrabandistas, rateros, distribuidores de artículos clonados, para los que venden drogas, armas, para los padrotes y madrotas que controlan la enorme prostitución ligada a la distribución de drogas en toda la ciudad, por esas y muchas más razones, la labor que debe realizar el encargado de la seguridad en la capital es enorme, porque además debe estar lidiando con los chayoteros que todo el día andan amenazando con los escándalos y “denuncias”, con los miles de policías, muchos de los cuales solamente andan en esas tareas por lo que “sacan de más”  y no por el “pinche salario”, y así, por medio de la corrupción, se protege a los delincuentes y se van aumentando los conflictos y problemas en toda la capital, por ejemplo, hace algunos años me invitaba un líder de los transportistas, el famoso “pollo”, y la sorpresa mayor fue cuando me invitaba a un edificio por la calzada de Tlalpan donde tenía toda una colección de vehículos de lujo y de colección y cínicamente me comentaba de que muchos de esos vehículos se les llevaban, cada x tiempo, a los que operaban las reglas del transporte en la capital, pero no solo con las llaves puestas, sino con algo de dinerito en la cajuela, y así podemos entender que el conflicto de la seguridad no solamente es a nivel externo sino interno, los jefes que controlan el tránsito, pues están puestos, no solo con los transportistas, sino, también, con los rateros y los traficantes y así se van formando las cadenas de corruptelas que vemos operan, por ejemplo, en Tepito, cuando se exhiben las fotografías de los delincuentes paseando o robando o extorsionando, y además, conviviendo con los policías, funcionarios y políticos y con toda seguridad pues hay tratos entre ellos y las famosas organizaciones sociales que operan en el trabajo de mantener unidos y dominados a los vendedores ambulantes, para que por medio de ellos, se logren distribuir miles de piezas de artículos robados, contrabandeados, falsificados o clonados, y para ello, éstos mismos son los canales para mantener las relaciones con los funcionarios y policías en muchas partes de la capital, por ello, aseguramos que no son grupos sociales, son empresas, y sus dirigentes pues son empresarios, ligados, muchas veces, a la política…
         Un buen día uno de los llamados jefes de sector de la policía me comentaba que terminar con la prostitución en las calles, como Insurgentes o Tlalpan o la zona del monumento a la madre, era muy difícil, porque existían muchos intereses, por ejemplo, me decía: hay en cada avenida más de cinco mil prostitutos y prostitutas que dan su moche a los policías y de esto acompletan su salario, y si los quitamos, pues, perdemos todos… además, pues ellos son los que generan clientes en los bares, cantinas y antros, distribuyen las drogas y conocen a cada uno de los habitantes de cada calle, por si algo se llegara a ofrecer, y por ejemplo, en las calles de Tepito, por las noches, llegan muchos vehículos de niños bien o de fifís que incluso ofrecen sexo a los distribuidores cuando no traen con qué conseguir las drogas o venden y cambian joyas de sus casas, que sacan para el vicio, y nadie hace nada por evitarlo, y la drogadicción, crece a pasos agigantados y por ello, los policías, muchos de ellos, solamente esperan a que salgan los vehículos de la zona para detenerlos y esculcarlos, y por tanto, extorsionarlos, y el ciclo es increíble…
         Así podremos ir entendiendo los graves problemas que deben atender Claudia Sheinbaum y a Omar García Harfuch,  para tratar de mantener el control de la seguridad en la capital, en tales condiciones, los administradores de justicia, también deben poner algo de su parte y ser honestos y no dogmáticos, porque sus determinaciones como la actual del juez Padierna, lejos de apoyar la limpia y apoyar la seguridad, genera los canales de la corrupción que se impone desde las barandillas y en los espacios de los juzgados, por medio de sus agentes “sociales” o de sus coyotes, como se les conoce en el medio, no digo que el Juez Padierna esté ligado a esa mafia de corrupción, pero debería, cuando menos, explicar las razones por las que no investigó siquiera los muchos delitos que tienen cada uno de sus recién liberados y que destruye las acciones que se realizan para la seguridad en la capital.
         Hace algunos años, realizaba compras en la zona de Tepito, para surtir una tienda que tenía en Oaxaca, ahí retomé el contacto con muchos comerciantes, y ellos, se quejaban, primeramente de la invasión de los contrabandistas mexicanos y después de las organizaciones coreanas, y posteriormente, del aumento de la delincuencia en robos, cobros de piso, extorsiones, chantajes, obligación para adquir mercancía de ellos, de las drogas que circulaban con los jovencitos, de la prostitución, y sobre todo, no alcanzaban a entender las razones por las que los policías, en vez de actuar, protegían a esos delincuentes, al paso del tiempo, una de mis marchantes más querida, tuvo que vender sus puestos y dejar sus actividades porque no resistía la presión y los cobros de piso, decía: ·Pues yo no voy a trabajar para esos hampones· y dejó su vida, de muchos años, en esa zona, hoy en día, los datos nos indican que, por ejemplo, una de las zonas más inseguras de la capital, es nada menos que el primer cuadro, y esto, es para pensar lo que sucede en el mero corazón de México….