EL DÍA ONCE DE SEPTIEMBRE SE GENERÒ UN CAMBIO MUNDIAL ANTE EL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS EN LOS ESTADOS UNIDOS Y CAMBIAMOS LAS RUTAS DE LA VISIÓN DEL TERRORISMO Y SUS IMPLICACIONES EN LA REALIDAD GEOPOLÌTICA DEL MUNDO.
ES CLARO Y VISIONARIO EL QUE EL PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR explique el que no tiene ni candidata ni candidato para la presidencia de MORENA, porque el “presidente ya no se mete en asuntos partidistas, no es jefe de partido, de grupo, no es jefe de facción, es JEFE DE ESTADO”…”PASÓ A LA HISTORIA EL QUE EL JEFE DE GOBIERNO ES EL JEFE DEL PARTIDO EN EL GOBIERNO, AHORA SOMOS RESPETUOSOS DE LA AUTONOMÍA DE LOS PODERES Y NO NOS METEMOS EN ASUNTOS PARTIDISTAS”.
CUANDO vemos los intereses que se generan en los grupos de una organización, en las tribus, en los sectores y que no existe una idea clara de lo que debe ser la misión y visión del partido para ayudar a la unidad en vez de generar la desunión de grupos y tribus, es lógico que un político que lleva más de treinta años luchado en contra del tradicional presidencialismo controlado por grupo y partido político sabe que si quiere conservar su independencia y libertad tienen que dejar ser y hacer a su organismo político porque al fin y al cabo la gente se volcó en su apoyo personal, en su carisma y la confianza que durante duros 18 años luchó para llegar al poder. y esto lo impone como el político más respetado de los últimos sexenios y le da la razón para la eliminación del sistema neoliberal, sin más, por las buenas y en paz.
Recordemos que tuvo la paciencia del cazador cuando solamente deja que la presa vaya acercándose a la velocidad y distancia que le permita subir al poder, así que el mismo sistema de control y de cinismo, entreguismo y corrupción le dio la razón y los elementos necesarios para lograr alcanzar la confianza y la esperanza popular por medio del “rayito de esperanza”, así que él encarnó el poder del movimiento y todo lo demás ha sido un vestido que se ha mantenido porque él no ha pretendido controlar sino que vigila lo que se hace y enfoca su atención en el desarrollo del partido, dejando las ambiciones de un movimiento para concretar una visión del cambio de sistema y dejar a un lado las grillas para buscar puestos y presupuestos, por ello, la política de austeridad, porque al final de cuentas ahí se nota quién es realmente el que lucha a su lado pro los ideales y no por los sueldos e intereses.
Sabe el presidente que su oportunidad es la dejar sentadas las bases del cambio de sistema y de ideología y encarar la misión para que el país entre en el sendero de la honestidad y los valores, incluyendo el amor a la patria y a los mexicanos en forma solidaria y no de manipulación. Ha sostenido que no piensa más que terminar su mandato y no volver a luchar por estar en el poder y en la silla, no se quiere eternizar aunque lo demanden ls mayorías, porque sabe y siente que su tiempo y circunstancias están limitados por su propia experiencia y edad., vendrán las nuevas generaciones tiene esperanzas que no se corrompan por las ambiciones y el poder, pero eso tiene muchos asegunes en el corto tiempo que puede construir una nueva visión de los valores patrios y de los valores humanos en la solidaridad con los más pobres, porque no debe ser un slogan sino una convicción para el cambio.
Muchos son los suspirantes y solamente unos cuántos los que lleguen al poder, y para ello, tendrán que tener la paciencia y necedad para evitar la lucha por el poder y dejar que las masas sigan e impongan los liderazgos y las dirigencias y esto no es sencillo, porque cuando hay, como ahora, el amor a un “caudillo” como lo es AMLO, será difícil que las gentes suman sus confianzas y pongan todos los huevos en la canasta para dar su voluntad y confianza a otros que, al final de cuentas, solamente conocen de nombre pareo que no los han visto estar en la contienda diaria durante los treinta años de formación de AMLO y los 18 años para alcanzar el poder, remando a contracorriente y sorteando aguas mansas y aguas perversas y traicioneras, incluso, arriesgando su vida al mostrar la confianza en las masas y no en los grupos de seguridad a los que por cierto se deben descubrir para diseñar los mecanismos de protección en el tramo más importante de su vida personal y política: el final del tramo, y si ahí hay fallas y se generan conflictos y atentados y violencia, el tren de la solidaridad y del cambio en paz se descarrila.
Seguramente, AMLO, conoce bien los peligros que corre y tiene el valor de dejar su seguridad para mostrar su confianza en la lucha popular y así, recordamos, tuvo el comportamiento como dirigente social en los momentos más difíciles y preocupantes cuando le trataron de desaforar y su fuerza solamente se dio en la lucha popular y la movilización que motivó el apoyo popular y esto generó cambios profundos en la visión del grupo cercano que fuera destruido y golpeado por las emboscadas televisivas, y el recomponer las fuerzas cercanas al lado de personalidades que con fuerza moral no tienen ni tenían la experiencia de las luchas populares, al final de cuentas, fueron los grupos de intelectuales cercanos a su visión los que arroparon al movimiento y le dieron confianza, pero hoy se requieren a los soldados y constructores del cambio del sistema no de la administración, y esto, requiere nuevas caras y experiencias con gentes de lucha social dispuestos a brindarse por caminos de paz y evitar las violencias y trampas que les pondrán en el camino. El cambio en paz es la esperanza de un cambio profundo y valedero para el nuevo México.