“HAY MULAS QUE SE SIENTAN EN SU MACHO Y NO SE QUIEREN BAJAR AUNQUE LLEGUEN A DONDE VAN, ASÍ SON LOS DOGMÁTICOS, NO LES IMPORTA QUE CAMBIEN LAS CAUSAS Y LAS CIRCUNSTANCIAS Y SE MANTIENEN EN SU MACHO SIN BAJAR Y ES QUE AL FINAL DE CUENTAS LES FALTA LO PRINCIPAL PARA ENTENDER LA REALIDAD: INTELIGENCIA. POR ESA RAZÒN NO HAY DOGMÁTICO QUE SEA INTELIGENTE PORQUE NO HAY INTELIGENTE QUE SEA DOGMATICO” charla con un buen amigo, en la Cárcel de Lecumberri, por 1969.
No son poco los que indican que México es un país donde el surrealismo es una situación normal, al final de cuentas tenemos que entender que somos un país compuesto por muchos México: los del norte, del sur, de las costas, los valles, las sierras, estamos compuestos por muchos grupos étnicos, por miembros que han sufrido siglos de explotación, millones que ni siquiera conocen fuera de su rancho ni saben del nivel del país, muchos, miles, son los que no reciben educación ni reciben mensajes ni tienen ni cuentan con instrumentos que les den una visión diferente del mundo y de la vida, vivimos en un terror constante porque no existen lazos solidarios reales y la política se ha utilizado para enriquecerse o tener los puestos y presupuestos para mantenerse vigentes en la vida, hay las protestas permanentes, nadie sabe de dónde vienen ni a dónde pueden llegar pero se demanda y protesta, se toman posturas dogmáticas e intransigentes que llegan a lo brutal, se imponen dogmas y se acusa a lo que se quiera con lo que se quiera y se deja ahí para implantar o pasar la mierda propia a la gente ajena, en fin, rencorosos y violentos no damos la cara real y tenemos ocultos los rostros de esa violencia y resentimiento que nos llena el alma y el cuerpo.
Existen los abajo firmantes de hoy, los intelectuales orgánicos que no saben de otra cosa más que de palabrería y de cobrar y mantenerse en las nóminas lanzado incienso o poniendo mierda, no son lejanos, existen desde hace mucho, ahí están y ahora a pesar de todo lo que se diga, también están en la cola de espera los nuevos que cuando cambien los tiempos y las circunstancias se pondrán a firmar como los viejos abajo firmantes y reclamar por las distancias que les impongan, es curioso, en el país, cada vez que existe un cambio también cambian las formas pero no los modos de llevar a la piedra de los sacrificios a los que “pierden”, no somos pacientes y reclamamos los cambios y pensamos que cortando cabezas y llevando los ritos se cambiarán las cosas y no, nada pasa.
Cuando sale un dirigente que tiene una visión diferente, que busca los cambios profundos en el interior de la gente se comienza a desconfiar del mismo, se generan capillitas a su lado, le dan por su lado y le inventan cosas, le van tapando lo ojos hasta que ciego tiene que recurrir a algunos para que tuertos le den camino y así van cojeando y dando tumbos con todo tipo de ocurrencias, hoy, por ejemplo, no faltan los que, anteriormente, le daban incienso al presidente López Obrador y hoy lo vienen acusando de ser simplemente un LÍDER AUTORITARIO en vez de un líder democrático y bueno, es necesario decir que escudándose en esa intelectualidad orgánica de la que se ha vivido y cuando se han usado sus servicios por los agentes de la represión y del golpismo para desvirtuar los datos de la historia y lo promueven incluso a ser subsecretario de educación a fin de poder cambiar los libros de texto y culpar al ejército de la represión para ocultar la mano represora del EMP y de los agentes de la CIA en México, pues todo es de esperarse y veremos muchas cosas más.
Ante esos escenarios ya no se podrá negar que se desataron los demonios de la sucesión presidencial y que los jefes de las tribus reclaman su pedacito de poder para tener los elementos de negociación en el proceso que se avecina, incluso, para controlar a MORENA y darle un rumbo que les sea mejor a sus intereses y ambiciones, en tales circunstancias, AMLO, tiene que tener en cuenta que se confrontará con dos grupos inicialmente: el de los “intelectuales” que sienten que son las parteras que dan las ideas del cambio y los pragmáticos que viniendo de las luchas sociales y de las calles y campos dieron siempre la batalla por sus derechos y los reclamos para los demás, nos recuerda aquellas discusiones de mencheviques y bolcheviques donde los pragmáticos reclamaban los cambios y daban las batallas reales, las que exponían incluso sus vidas, y los de los “intelectuales” que desde la comodidad de sus sillones, escritorios y camastros soñaban dando instrucciones como si fueran guerreros de la calle, cuando jamás se habían ensuciado un zapato ni desgarrado el alma en las luchas callejeras. No son tiempo de calma, pero no son tiempo de guerra, no se podrá decir que se llegará a cambiar el país con suaves vientos, por desgracia, hay muchos insultos y agravios en las almas y los recuerdos son profundos y los resentimientos fuertes, y cuando esto sucede por más paz que se demande siempre hay quién la viola o la deja a un lado.
Si no se entiende que los tiempos son para integrar a los grupos sociales y no para repartir puestos y presupuestos, no se podrá realizar el cambio que se necesita y requiere para que las cosas caminen en paz, la división y los enconos propiciados por palabras y fuegos internos no llevan más que a la violencia y las confrontaciones, y esto lo vamos viendo en cada paso de uno y de otro lado, el caso es que AMLO se ve solitario y solo, sus “aliados” andan en un desbarajuste de intereses y ambiciones que no se dan ni tregua ni tiempo para apoyar al que los ha sacado del fundo donde estaban y no se logran airear ni poner en orden las ideas, las pasiones los matan y los seguirán persiguiendo y matando, no hay para más…