PUES TERMINA EL AÑO Y EL CONSEJO ES: OLVIDAR EL PASADO PARA LLENARNOS DE PRESENTE.
No se piense que son alusiones personales y políticas, la realidad nos dice que los viejos estamos tan llenos de recuerdos, angustias, sueños truncados o por salir, frustraciones, conocimientos, que olvidamos vivir y nos sentamos a esperar y nos quedamos sin hablar y esperamos siempre hasta el morir, la realidad es así, basta entender que si no vaciamos lo lleno de cosas inútiles y que ya no tienen valor más que para recordar y no olvidar no podremos llenarnos de lo nuevo ni vivir el presente, así con esas cargas vamos aumentando los resentimientos y los odios y esto es lo que nos impide caminar y vivir y que conste que no les hablo de teorías, lo siento, lo vivo, lo he sufrido y he tenido que entender que vaciarme y no pedir es poder vivir mejor en el presente.
Hace apenas unos días escuchaba muchas conversaciones de un hombre admirable: Facundo Cabral, y este que llegó naciendo en la banqueta y caminó al lado de su madre por los desiertos y comiendo de los basureros se admiraba incluso de cómo la madre para tomar un bocado de basura antes que nada se arrodillaba y daba gracias por ese alimento y muchos de nosotros olvidamos agradecer de todo y es así que pensamos que tenemos el derecho a tomar todo sin dar las gracias y se van formando los pequeños egoístas que somos a lo largo de la vida, cuando no se entiende la necesitad del otro no se entiende el valor de uno ni la importancia que es la solidaridad y el afecto, el amor dicen algunos y es verdad, amarnos y poder amar y de esto nos olvidamos pensando en que todo es trabajo y encontrar mecanismos de más y de más, de acumular, no sabiendo que esto no sirve para darnos ninguna felicidad, estamos viviendo pensando en lo que piensan los demás de nosotros cuando solamente nos debemos preocupar por lo que hacemos, por nuestra conciencia, y lo que otros piensen es cuestión de ellos y de sus malas rachas y caminos en el ego.
Hace muchos años, después de vivir y entender muchas cosas en la cárcel, de los egoísmos y las bajezas, fui entendiendo que solamente debería hacer caso a lo que hacía y me dictaba el corazón y la conciencia y que debería dejar a un lado lo que los otros en sus bajezas o egoísmos o trácalas de sobrevivencia decían y hacían y se fueron aclarando con el tiempo las verdades y al final me vale, lo hecho, hecho está, y los males o bienes ya pasaron, así me sacudí de muchos malos tiempos y recuerdos y pude dejar a un lado resentimientos y odios y ambiciones y me dedique a vivir a mi manera, como me dictaba la vida porque efectivamente la vida es sabia y nos lleva y nos brinda todo en abundancia y en lo que necesitábamos, jamás he dejado de tener comida y vestido o sustento, como que el creador efectivamente nos da la oportunidad de entender que no se requiere de acumular sino que se necesita vivir el momento y agradecer y dar y dar de todo para contribuir en algo, en un poquito, para la felicidad.
Cuando volteamos y vemos el camino lleno de miserias humanas, de muertos y destrozos familiares, de resentimientos y arrepentimientos, de hombres y mujeres devastados por la vida, de huérfanos inquietos y asustados, de viejos desesperanzados y que solo esperan la muerte y no tienen ni siquiera esperanzas y alegrías, que se quedaron en sus recuerdos y frustraciones y odios y se acalambraron y se paralizaron y mueren sentados y en cama sin ver la luz del sol ni sentir el frío del viento, podremos entender que no es el camino y que debemos parar pero para soltar, para vaciar lo viejo y llenarnos del presente, de lo nuevo. Así podemos entender que voltear sirve para vaciar no para paralizar y volver a los odios y rencores.
Hoy, cuando siento cerca a mis seres queridos doy gracias por todos los tiempos, por sus caricias, por sus bondades, por sus propios egoísmos que van superando en su crecimiento y sobre todo porque viven, me alegran sus gritos y me entusiasman sus sueños y trato de aprender sus nuevos dichos y sus acontecimientos que no son las preocupaciones nuestras, son nuevas, tienen otros caminos vislumbrados porque nos han visto caer muchas veces y levantarnos lentos, pero levantarnos y no dejarnos y esto los mueve a otros horizontes y otras metas y debemos aprender no para impulsar o condenar o apoyar sino para entender que es lo nuevo y entendiendo lo nuevo podremos dejar atrás lo viejo.
Tuve la alegría de comentar antes del fin de año con varios amigos entrañables desde viejos tiempos y encontré que ellos son los que sobreviven porque también piensan que se debe dejar el pasado para llenarse del presente y seguir caminando, lerdo, lento, pero caminando lo que nos falta o queremos, nadie se quejó de que le faltara algo, soltaron recuerdos que nos hicieron reír y alegrarnos el momento y sentí que valía la pena continuar viviendo dejando atrás lo viejo para llenarnos de presente y que este es en verdad un don de dios o como quieran llamarle al creador.
Sin duda es bueno recordar pero no anclarse en el dolor o los buenos recuerdos, siempre hay algo para que nos asombremos, ya sean la noche o el amanecer, el ver que los pájaros vuelan y cantan y alegran y se juntan y van en grupos como cantando y alabando porque tienen todo para sobrevivir sin que se preocupen, así de buena y abundante es la vida, en verdad que no nos falta nada, nos falta a los que acumulan y no entienden que para cubrirse solo se necesitan dos mudas y para comer un buen pan y agua y hay plantas que nos esperan y podemos cosecharlas incluso en las macetas y así tenemos chayotes, no de los que se cobran sino de los que se comen, y tomates y limones y maracuyá y agua limpia y chiles habaneros y sonrisas en la mesa y olores y recuerdos nuevos que nos brindan vida y solamente nos restaría dar gracias por todo lo que hemos aprendido en este mal año que por lo demás, no obliga a pensar y volver a la realidad, dejando que nos llenemos de presente y agradecer por todo lo que ahora tenemos y podemos agradecer que es la vida y la salud y la esperanza…