Cada uno de nosotros va adquiriendo diferentes experiencias y lecciones que nos da la vida, uno puede rogar por lo mejor pero de pronto nos da sorpresas y como que nos coloca en la
puntita del abismo. Seguramente algunos tenemos muchas experiencias duras, se dan porque se dan y no las podríamos intuir ni evitar, son la respuesta a las acciones y actos que hacemos con conciencia o no, con calidad o no, con seriedad o irresponsabilidad, en otros casos, el deterioro propio del tiempo va terminando con capacidades que de pronto no sabíamos que podíamos perder de un momento al otro, falla el corazón, la presión se altera, aparecen otros problemas que van afectando, muchos, por mala alimentación pero sin duda pues nadie nos dijo lo que deberíamos hacer hasta que por alguna razón lo entendimos y ya los males estaban provocados. El día lunes me decidí a asistir con el oftalmólogo, de pronto veía medio borroso, como con niebla, llegue a su consultorio como hombre joven y bien preparado y con tecnología de punta y además amigo y comenzó a revisar, ahí me enteré que traía cataratas en los dos ojos y al revisar profundamente se daba cuenta de que en uno de los ojos el nervio óptico estaba muy mal, esto debido a que por años he sufrido presión alta y sufrí un golpazo en el lado izquierdo de la cabeza que me deterioró bastante la salud, es por supuesto que está perdido, el otro se puede recuperar y mejorar con una cirugía para eliminar la catarata e imponer un lente y bueno parecería que esta es la única solución y hay que tomarla, claro que no se puede decir que uno esté muy contento porque pierde un ojo vital para las actividades, la que me gusta, escribir y ver y observar la realidad, pero así son las cosas, lo toma uno o lo deja y pues cuando menos hay que probar por mantener algo de vida, triste, pero al final de cuentas con mejores condiciones que otros más y esto no es por supuesto una mejoría, pero puede ser un buen justificante, la vida te permite darte nuevas oportunidades hasta que pues se termine. La realidad es que como he pasado por muchos tiempos de vida y de muerte pues a lo mejor estoy curtido y no le tengo miedo a la muerte, es algo que puede suceder y yo he tenido muchas oportunidades de vida y no caer en la muerte, pero cuando la raya llega pues nadie la pasa y pues a esperar. Cuando menos no es mí tiempo…
En los tiempos que vivimos con una enorme crisis de salud, económica, de credibilidad, la realidad es que nos encontramos muy predispuestos a protestar y reclamar por reclamar, no se busca al responsable sino al que lo pague, el que reciba las frustraciones y los rencores que se acumulan y no se saben digerir ni asumir, la realidad es que en muchos casos la situación no es sencilla y los reclamos de recursos para atenderse en la salud y en la vida diaria son enormes y las oportunidades de encontrar tareas que brinden algunos pesos más son nulas, las ofertas dadas y quedadas en simples promesas como el que se daría atención médica gratuita a todos, es, simplemente, una promesa, pero no una realidad, nadie sabe ni nadie informa donde te pueden atender gratis ni donde te proporcionan los medicamentos porque al final de cuentas tienes que recurrí con la medicina privada y comprar medicamentos y pagar por tratamientos que van deteriorando mucho más los pocos recursos de las familias, la otra realidad es que al final de cuentas aunque no aumenten los impuestos que sabemos se chingan los políticos y los usan para mantenerse en el poder, pues hay que pagarlos y sin recibir mejoras de fondo, al contrario, más chingas y menos resultados, total estamos en tiempos de la demagogia electoral y las promesas sobran y no se cumplen, los mexicanos tenemos memoria corta…
Las informaciones callejeras y de los centros hospitalarios y casas es que no hay atención global porque faltan medicamentos, camas, hospitales y ni siquiera hay medicamentos, se habla de cientos de casos donde las familias recorren los centros esperando atención y medicamentos y no los hay, en cambio, de pronto, también se conoce el que los políticos, empresarios, artistas, gente de poder cae enferma y son atendidos en forma especial por equipos médicos y esto, por supuesto, genera rencor y protestas y al parecer los políticos que quedan al mando no entienden que hay situaciones que se deben operar y manejar con cuidado para no genera conflictos sociales y rencores y resentimientos de miles de afectados también por la misma enfermedad, donde muchos, seguramente, cumplían con las normas de seguridad impuestas y otros, los políticos y gentes de poder no lo hicieron porque se sienten prepotentes y les hacen caso a los “expertos” que solamente saben hacerles la barba y decirles lo que quieren escuchar no atender los males. Así está el presidente, ahora, resistiendo la enfermedad solamente porque no cumplía, por sus tanates y las recomendaciones de un “experto”, el no ponerse el cubre bocas ni guardar la sana distancia ni lavarse o untarse gel a cada rato, buscar no contaminarse pensando en que era intocable por el virus y protegido por sus estampitas y las recomendaciones de un “experto”, y en vez de enviar una buena idea a las gentes las indujo a que rompieran las normas y los resultados los sufrimos todos, los que nos cuidamos y los que no, al final de cuentas, muchos van muriendo por una irresponsabilidad y esto hay que señalarlo y decirlo para rectificarlo. El presidente debe rectificar lo que ha venido haciendo y dar ejemplo de cuidados para que todos los que le admiran, porque hay muchos que lo admiran y respetan, sigan sus recomendaciones y no hagan sus caprichitos y tonterías que hoy nos cuestan a todos los mexicanos en salud, vida, confianza y llegamos a las muertes al por mayor. Si tenemos oportunidades de continuar con vida y media salud hay que estar atentos a lo que debemos hacer y hacerlo con conciencia y no andarnos por las ramas y en las tonterías, los caprichitos no sirven para nada más que para dar satisfacción a los idiotas…