Además de estar fuera de sus atribuciones constitucionales, pésimo tiempo para ofertar amnistias e indultos. La
historia mala del país no se borra por ocurrencia. Los agravios han sido gravísimos. El daño a la nación inmerecido. Y más hoy que inician los juicios públicos y orales a crimínales expulsados de Mexico y que allá, en Estados Unidos, están haciendo de denuncias muy, pero muy comprometedoras y que extrañamente no han tenido una respuesta contundente por el folie o mexicano. Están dando nombres, eventos, fechas, datos. Se ha involucrado en sobornos a funcionarios de alto nivel. Están en la lista dos expresidentes y uno en funciones. Han dicho que asesinaron a Juan Camilo Mouriño por vender la plaza del Estado de México en dos ocasiones, por 10 millones de dólares, a los Z y al Cartel de Sinaloa. Han afirmado que el General Acosta Chaparro y sacrificado por orden presidencial. Y apenas comienzan, y faltan testigos, documentos, pruebas, pero para allá van. Nada más nos falta saber por ellos, por los sicarios, quién o quienes fueron los involucrados en las fugas, dos sorprendentes, del Chapo Guzmán y entonces sí, a temblar. No vaya a ser que aquí en México se les exente de todos sus delitos y en el vecino del norte iniciemos con una pesada lista de perseguidos por la Interpol y de ordenes de aprehensión que nos dejarían aún más en rídiculo. Sería impresionante que a los nuevos gobernantes se les distinga por su amnesia y por ser corresponsables de algo, qué, pues a preguntarles a los narcotraficantes.