Hay diferentes variantes en la oratoria, incluso dentro de la política. Existe marcada diferencia entre publicidad y
propaganda. Hay evidentes variantes entre discursos de campaña y los expresados desde el poder. Este primero de diciembre fuimos testigos de dos mensajes de confrontación, promesas, advertencias y chascarrillos. Un Jefe de Estado que lo mismo plagia una frase a Tin Tan que se arrodilla, se muestra sumiso, ante un chamán. Enfrenta a sus adversarios en un mensaje que se entendía sería de unidad, de convocatoria y de tranquilidad para los mercados financieros. Aprovecho para difundir un diagnóstico, el suyo, severo y devastador. Una narrativa de reto para quienes no votaron por él. Subrayó que sólo en él radica la honestidad pero también la capacidad del perdón. Fue una apuesta únicamente a su liderazgo. Muchas ocurrencias, mucho voluntarismo. No enfatizó la fuerza de las instituciones. Para él no existió el poder judicial, ni la iglesia, ni los gobernadores, ni la iniciativa privada, los ignoró. No colaboró a la estabilidad. Un político que por años ofendió a las Fuerzas Armadas y que ho, éstas lo reconocen y se subordinan. Su reafirmación es a través de consultas públicas aún cuando de una importante mayoría recibió la solicitud de no recibir a Nicolás Maduro y lejos de eso, lo mencionó, aseguró no olvidamos a Simón Bolívar y se tomó imágenes con el dictador en Palacio Nacional. Hubo una falta elemental de cortesía y amabilidad con Peña Nieto. Si amlo ganó, por la condición que usted quiera, fue por Peña Nieto. Y aún así se vió durísimo a tan grado que el saliente en todo momento se mostró incómodo. Y llegó el “me canso ganso” para imponer su voluntad sobre Santa Lucía. Pero cuidado, la señal de que no se suspenden las obras en Texcoco puede tratarse de una burda trampa a la cual no se debería de prestar Gerardo Ferrando Bravo. Ojo, si cancelan la construcción antes de re comprar los bonos pueden generar una crisis sobre toda la deuda. Por ello mantienen las obras hasta que termine el proceso de financiamiento para cubrir ir las costosísimas indemnizaciones. Lo de “evaluar” es un mero disfraz y eso es peligroso para la credibilidad crediticia y de inversiones en el extranjero. Sólo hay que recordar que hace exactamente seis años, Ricardo Monreal, en tribuna,atribuyó al Pri un crimen, el de Carlos Valdivia. Pues ese mismo personaje, hoy con otro cargo, con sus iniciativas ha motivado la caída de la Bolsa, la devaluación del peso y la fuga de capitales, o no?