El Ejército Mexicano no es un laboratorio de experimentación. Son elementos altamente
instruidos en identidad nacional, técnicas de guerra, salvamento, defensa de la soberanía nacional, inteligencia, salvaguarda del territorio nacional, uso de armas de alto poder, resguardo de los símbolos patrios. Su disciplina es indiscutible. Es la primera y última institución que cuenta México para vivir en paz, para sabernos seguros en nuestra propia tierra, en entender que gracias a sus operativos de auxilio en tragedias miles y miles han salvado su vida y patrimonio. Pero hoy los políticos piensan que los soldados habrán de hacer tareas de policías. Vamos el propio Alfonso Durazo señaló que la Guardia Nacional va a lograr la policialización del Ejército. Vaya despropósito. Falta que les den macana y los pongan a organizar el tránsito en los cruceros de mayor conflicto. No son capaces, los políticos, de dar elementos constitucionales y legales a las fuerzas armadas pero ya les piden sumirse en actividades que habrán de humillarlos más, sí más que exponerlos a emboscadas, crímenes y persecuciones, además de asesinatos, promovidos por la mafia del narcotràfico que tiene, por cierto, altos cómplices en el mismo gobierno. El Ejercito Mexicano merece respaldo y respeto, mucho respeto. Los desertores y los traidores deben pasar por las más severas sanciones legales, pero los leales, los entregados a su misión merecen reconocimiento. Las páginas históricas de mayor honorabilidad y heroicidad las han escrito nuestros soldados. Y no se vale que improvisados políticos les mermen su credibilidad. Me gustaría saber cuàntos de los hoy temerarios inventores de estrategias militares desde las líneas civiles han visitados a los familiares de los soldados abatidos por el narco, o han acudido a un combate real contra las guerrillas, o cuàntos se han quedado por días allá arriba en la sierra acabando con sembradíos de amapola, o quiénes los han visto arriesgar su vida para salvar la de otros. No saben desde las oficinas o curules qué discutir, qué proponer, qué solucionar, que mandos únicos, que Guardia Nacional, que dependerán de Sedena, no mejor de la Secretaria de Gobernación, no mejor de Alfonso Durazo, no mejor de Lopez Obrador. Pero la gran idea, la mejor, es que a los militares los van a meter a la policialización, zas!