De pronóstico, y mal para un personaje que se auto convenció que sólo
con sus ideas cambiaría el rumbo de la historia. Se impuso a candidaturas, traicionó a partidos que lo apoyaron, perdió y su auto nombró legítimo protestando en un evento pirata y luego, al ganar las elecciones, està apretando de tal manera a la economía con sus únicos e irrepetibles conceptos de austeridad y corrupción, que apenas a cuatro meses el país, su credibilidad e inversiones están detenidas. Su discurso de encono, de rivalidad y confrontación ha llevado a la sociedad al radicalismo, y más temprano que tarde y está pagando él mismo las consecuencias. Un evento, sólo uno, de su deporte favorito, al que ha destinado millonarias cifras, en donde se supone reuniría a sus incondicionales fans, fue un desastre. Recordamos la rechifla a Diaz Ordaz en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, o a Miguel de la Madrid en el Mundial de fútbol. Esa manifestación era improvisada y mostraba el enfado y rechazo social, pero en ninguna de esas dos, al mandatario le,gritaban “fuera, fuera”. En la ceremonia del nuevo estadio de los Diablos Rojos, amlo fue abucheado y rechazado y lo más recurrente del tabasqueño no fue llamar a la reconciliación y a la República Amorosa, criticó a los “fifis” y le fue peor. Es la primera prueba que reprueban, vamos en términos del béisbol, lo poncharon, y lleva menos de un semestre en el gobierno. La arrogancia lo bloqueó y no supo por dónde. La nación, en un ejemplo, le daba la espalda y mostraba que sus índices de popularidad no son tan ciertos como presume. Una cosa es un contestatario desde la oposición atacando a todo y a todos y la otra es tomar decisiones mal encaminadas no en beneficio de la mayoría, sino en réplica a unos cuantos que llama la mafia en el poder. Amlo debe corregir sus discurso, es tiempo. Debe asimilar que mucho de los gobiernos anteriores no està mal y que mucho de lo que ha decidido si está incorrecto. 120 millones de mexicanos no somos ni partido político, ni seguidores incondicionales, ni creyentes de sus dogmas. Millones estamos expuestos a la delincuencia que en su gobierno se ha incrementado, miles y miles han perdido sus empleos sin respeto a la ley y sus finiquitos, la cancelación del aeropuerto, un capricho, no está pegando y sin serio, sus nombramientos como en de Bernardo Batía. O o embajador sin ninguna experiencia, o el de Paco Taibo II, o la imposición de Barbosa en Puebla, de Ebrard o de Gomez Urrutia...en fin, de muchos han dejado una estela de desconfianza y sospechas.. amlo prometió situaciones mejores, bonanza. Hoy las calificadoras en el mundo nos reprueban, la gasolina carísima, el dólar fuerte, espero él, sólo él, creyendo que todo es un completo y que nos llevará al primer mundo cuando ya nos expulsaron de, top de los 10 países más visitados del mundo. Eso sí, o se ha había visto que en plena luna de miel, el pueblo sabio lo abucheara, pero según él se trata nada más de fifis.