Pésima noticia la renuncia de Carlos Urzua como titular de hacienda por la
contundencia de sus razones. Señala entre otras que es por decisiones de política pública sin suficiente sustento, por ausencia de convicciones y por la imposición de funcionarios. Estas aseveraciones, en efecto dejan mucho a la especulación y adivinanza de nombres, pero lo cierto es que hace evidente que lo que se dice en los discursos es contrario a lo que se aplica en la estructura más importante, en la columna vertebral del Gobierno Federal. López Obrador está obligado no sólo a dar la cara, sino a rendir cuentas bajo una muy clara investigación y, cosa que no ha hecho, corregir el camino. Pero hay que recordar los argumentos de German Martinez al dejar la dirección del Seguro Social dijo: algunos funcionarios de hacienda tienen injerencia perniciosa y de esencia neoliberal donde importa más el cargo que el encargo. Y mire que estos dos personajes ni son adversarios conservadores ni aparentan ser de la mafia en el poder. Pero más aún, la lista de figuras que han renunciado por la contradictora y anacrónica imposición de medidas gubernamentales, está creciendo. Han renunciado 14 subsecretarios y 227 directores de la 4aT además de 130 burócratas despedidos. Figuran por supuesto los no, res de Santiago Levy, Gaspar Franco, Guillermo Zúñiga, Patricia Bugarín, Guillermo Garcia Alcocer, Omar Garcia, Felipe de Jesús Muñoz, Tonatiuh Guillen y Josefa González Blanco. Y bueno Ana Gabriela Guevara en un escándalo que se pinta con rasgos de corrupción. Y hay bailongos pero aún no cumplimos un año de gobierno.