ROSARIO

Se comenta solo con...

No es la primera ocasión que Rosario Robles se tiene que enfrentar a la justicia y a

sus adversarios. Desde su función como Jefa de Gobierno de la CDMX sobrevivió a una serie de ataques, le llaman misiles amigos, que la orilló a renunciar al PRD. El escándalo de Carlos Ahumada la expuso una vez más ante la opinión pública y también las denuncias contra Rene Bejarano por aquello de las ligas. Ahora encuentran elementos para llamarla a declarar y en un acto inusual se le aprehende. La mayor parte de los abogados coincide en que es un acto irregular dado que se le envía a la carcel no por las denuncias en su contra por uso indebido de recursos públicos, sino para evitar una posible fuga. Las especulaciones crecen dado que el juez que determinó esa acción se llama Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, sobrino de Dolores Padierna y del mutimencionado René Bejarano. El señor Lopez Obrador en sus temprana conferencia aseguró que no es Poncio Pilatos pero alboroto más el caso dado que desmintió que fueron detectados otros 105 convenios irregulares con universidades por 800 millones de pesos como lo aseguró Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaria de Hacienda. Ya antes el propio mandatario había subrayado que Robles era un “chivo expiatorio”. En aquel 2004, Rosario Robles dimitía al PRD por los ataques llevados en su contra por haber relacionados eventos personales con la política. También dejó al Sol Azteca, Ramon Sosamontes, exdelgado en Iztapalapa, y que hoy se encuentra amparado ante una posible orden de aprehensión. Las vidas de amlo y Robles son muy distintas en su origen y en estos días, el rompimiento es evidente. Amlo se formó como un disciplinado militante priista en Tabasco. Robles, activista estudiantil de izquierda maoísta desde su primera juventud y luego dirigente sindical en la UNAM como lo fue también Armando Quintero. Mientras el tabasqueño presenta serias fricciones con Roberto Madrazo, Robles crecía con el apoyo de Cuauhtemoc Càrdenas y se alejaba de las tribus radicales. Ella fue entonces la primera mujer en llegar a la jefatura de gobierno de la Ciudad de Mexico en tanto Lopez Obrador se mostraba impedido a la candidatura por el mismo cargo por no presentar el requisito de residencia en la capital y ahí es donde interviene el entonces presidente Ernesto Zedillo. Pablo Gomez, hay que recordar, impugnó la candidatura de Andrés. Robles se estampó con los escándalos de Ahumada y López Obrador con los videoescandalos del señor de las ligas y de Gustavo Ponce, jugador en Las Vegas. Los más cercanos al tabasqueño envueltos en actos irregulares como Bejarano, su secretario particular, Ponce su secretario de finanzas y Ebrard con los linchamientos de Tláhuac. Rosario Presidenta del PRD y López, jefe de gobierno de la capital, iban de la mano. El tabasqueño rompe con Robles, toma parte del control del partido con la intención de formar otro, y en el desierto político Robles se arrima al Estado de México para apoyar a Peña Nieto en su candidatura presidencial. Hoy Lopez duerme en Palacio y Rosario en Santa Martha Acatitla. Hoy los abogados alegan que “el problema es que si había delito, lo estaba cometiendo quien recibía los recursos y supuestamente los malversaba. Y como en toda indagatoria de este tipo se debería comenzar por quienes manejaron, en uno u otro sentido el dinero, no supuestamente por quien parecería fue omiso en hacer una advertencia al Presidente y menos detenerla bajo la especulación, mera inferencia, de que se podría dar a la fuga”. Ninguno de los personajes que en apariencia manejaron esos recursos están detenidos y Robles sí. Muchos opinan que Robles es la Elba de este sexenio, pero hasta el momento los casos más espinosos no han tenido resultados: Romero Deschamps, Collado, Robles, Lozoya, idegaray, Meade, Peña y vale decir que a más de siete meses aún no se sabe qué ocurrió con el helicopterazo en Puebla y esa si es responsabilidad directa de la administración de la 4aT.