Ahora le llaman debate, ayer era exigencia, mañana, quizá, demerito en su preparación académica. Hoy hay polémica: un
estudiante, vamos un ser humano, forja su carácter y temple a través de superar presiones y eventos imposibles, o es a través de mayor capacitación y talento? Todo esto se deriva de los cuatro suicidios de estudiantes que se han registrado en el ITAM por, acusan, demasiado estrés, abuso del profesorado, hostigamiento y “cuotas “ que se practican para generar un porcentaje de jóvenes reprobados. Ejemplo claro bajo argumentos es de un profesor que responde al nombre de Isaac Katz que a través de mensajes públicos humillaba a sus alumnos y carente de valor, como todos los cobardes, más tarde eliminaba de redes sociales sus aseveraciones. Ejemplo textual de uno de sus mensaje“ habiendo visto su desempeño este semestre, mi pronóstico es de 50% reprobados en el examen final de ECO 1. Sorry baby” . Ejemplo dos, el mismo profesor en twitter publica una fotografía de un torero rendido ante la bestia en el ruedo y escribe “ y así estarán los alumnos ECO mañana cuando les entreguen su examen”. Con esto resulta ociosa la interrogante, los alumnos deben y tienen que enfrentarse a este tipo de arrogancias y supremacías falsas para saberse competentes? Y pregunta válida, qué tipo de rectores dirigen al ITAM, o cualquier otra institución académica, que permiten que los profesores tengan ese enano comportamiento sin sanción o castigo alguno. Desde este lunes los jóvenes piden respeto, dignidad, trato justo de acuerdo a su capacidad y que sean valorados por sus conocimientos de acuerdo al plan de estudios, no por imposiciones y complejos existenciales de sus maestros. Por eso, a razón de hace un par de años, aquí en el ITAM surge el llamado movimiento “la nueva ola” acusando hostigamiento y abuso sexual fundamentalmente a alumnas sin que las disposiciones de la dirección hayan sido los suficientes como para frenar los ilícitos y defender los derechos de los agraviados. Los jóvenes deben emprender una serie de tareas que los preparen mejor para enfrentar los quehaceres cotidianos en una vida profesional, atentar contra ello es colocarlos bajo un esquema de desarrollo mediocre o en el extremo de cometer errores tan graves como asistir a una cirugía médica sin la preparación suficiente o tripular una aeronave sin siquiera saber las mínimas ecuaciones matemáticas o físicas para ejercer el cargo. Y claro queda que entre más alumnos reprobados la calificación negativa es para el profesor que no presenta la capacidad suficiente que demanda la pedagogía. Las universidades deben ser elitistas, convidar a sus aulas a los más aptos, inteligentes y preparados en el mundo intelectual. Las escuelas no son un apéndice de secretarias de beneficencia o de caridad. El futuro de la familia, la sociedad, el pais y el mundo recae en los de mayor competencia en todos los sentidos y eso a de ir verdad inicia en la conciencia de las autoridades y de aquellos que aunque existan como Katz, se presumen profesores.