El día de hoy se manifestaron dos incongruencias como para enmarcarlas. Una, el famoso avión presidencial, ese que “ni Obama lo tiene”. 13 meses
estacionado en California y nada, no se vendió. Fue un compromiso, más que promesa, insistente, cotidiana, de Lopez Obrador, digamos que un eje central en sus críticas a la administración de Peña Nieto y pues fracasó. Ahora la aeronave viene de regreso a una subasta sin que no exista un sólo responsable de esta pifia que nos costó millones de pesos para mantenerlo inmóvil en el extranjero. Amlo asegura que retorna el TP01 porque “no quiere malbaratarlo”, vaya argumento! Y señala que le urge venderlo para regresarle el dinero al pueblo, por supuesto a través de dádivas porque generación de empleo y competencia están en franca picada. Dos, el nacimiento de su primer nieto. Cuando se vive la peor crisis contemporánea en el sector salud, cuando no hay atención al paciente, despedido de médicos, ausencia de recursos elementales para emergencias, no hay medicamentos oncológicos y todavía al desaparecer al Seguro Popular, se cobra lo que antes era gratis, justo en ese momento, se da a conocer que amlo es abuelo de un niño estadounidense nacido en Estados Unidos. Sí, el Presidente de Mexico, el representante de la izquierda, el nacionalista patriota, tiene un nieto fifi, nacido en un hospital fifi, en un país fifi. Tratan de cubrirse con el hecho de que la esposa se llama Carolyn y se apellida Adams, con eso intentan justificar las incongruencias del presidente, un juarista que permite que su nieto reciba atención médica en un hospital bajo la administración del imperialista trump. Aquí en Mexico los niños padeciendo la ausencia de medicinas pero el nieto presidencial pagando en dólares en uno de los hospitales más reconocidos en Houston. Por cierto y hablando de contrariedades, ya se fijó usted que en el caso de la llanta ponchada, el neumático y el rin dañado no corresponde a los que aparentemente usa la camioneta averiada? Vea las imágenes y créame a eso se le llama aquí y en mi colonia, engañar.