ALTERCADOS

Sin importar pandemias, restricciones, protocolos o muertos, los anarcos están dando la primera probadita de la desestabilización que se pronostica para el país al iniciar la

 “normalización” como consecuencia de la pandemia. Atentaron contra las instalaciones del CCHSur, incendiaron mobiliario y cerraron la calle de LLanura ante la pasividad, otra vez, de las autoridades. Lo cierto es que el aislamiento ha promovido cambios estructurales en la dinámica social y familiar. Los niveles de violencia intrafamiliar se han multiplicado y sumado al desempleo y los reducidos ingresos hacen una mezcla muy explosiva. Aún permitiendo una reapertura de los sectores no esenciales habrá hambre y en nada va a ayudar la presión anticonstitucional del presidente por hacer miserable el salario de los burócratas quitándoles 25% de la nómina y anulando el aguinaldo. Se necesita dinero para aceitar a la economía y no se ve por donde.
Los caprichos del aeropuerto, Dos Bocas y Tren Maya no darán espacio para la recuperación y analistas anticipan una caída del cerca de 10% (que es un montón) en el PIB incluso con este disfraz del nuevo método presidencial para evaluar el bienestar y la felicidad. Pregunto, ¿qué hará un padre de familia sin empleo, sin ingresos por tres meses acumulados, con algún familiar enfermo (de lo que sea) y con los compromisos cotidianos de pago de contribuciones y servicios? ¿Qué hará si transcurren otros dos meses más y no logra empleo? ¿Cómo obtendrá recursos para la alimentación y medicamentos para sanar? ¿Qué de las tarjetas de crédito, de las colegiaturas? ¿Qué de la desesperación? Y me estoy refiero a personas decentes, preparadas, con grado académico, con historial limpio. Gente que no sabe pedir, sino dar; que no sabe robar, sino producir. Que tenía programada su dignidad, su futuro, su estabilidad. Y así estarán millones que se verán obligados a vender bienes, que no tendrán para la renta o hipoteca. Y no son suposiciones, los niveles de degradación social son más que evidentes y la complicidad con crimínales, anarcos y delincuentes es descarado. En el extremo a ¿qué se dedicarán aquellos que por la pandemia recibieron el beneficio de la preliberacion? Reos que por años han estado tras las rejas, no recibieron programas de readaptación social y que tampoco obtendrán un próximo e inmediato empleo. No vemos planes preventivos, no observamos invitación a inversiones, continua el enfrentamiento con los empresarios que ni Romo ni Ebrard han detenido.
Los ataques permanentes a los medios de comunicación no favorecen al entendimiento público de los que se viene. La radicalización entre grupos sociales invita a los choques masivos. Y no es un mercado pesimista de adivinanzas y juegos de apuestas, es un enredado horizonte que se ve venir mientras el gobierno y sus miembros empiezan a acomodar piezas (cuates) para el 2021 y dando impunidad a los corruptos, ese es su interés. Por mientras los anarcos financiados ya nos dieron una probadita.

*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Tv
*Conductor del programa VA En Serio, MexiquenseTv Canal 34