Debo confesar que me había preparado para compartir con usted un análisis del grave
problema interno de los Estados Unidos que sin duda alguna nos afectará en lo inmediato al no solucionar las crisis raciales económicas y sanitarias, pero me roba el espacio el saber que en un sólo día más de mil mexicanos perdieron la vida por este letal virus pero más por la negligencia, terquedad , abandono y soberbia del gobierno, no sólo de amlo, sino de todos sus funcionarios incompetentes e incondicionales que nadie se atreve a renunciar ni a contradecir al Ejecutivo en sus necedades, ocurrencias y desafíos (quizá y sin consecuencias Carlos Manuel Urzúa Macías, exsecretario de Hacienda y German Martinez Cázares, exdirector del IMSS).Iniciar giras y presentarse en público en municipios con altísimo riesgo de contagio y ser el único en no usar cubrebocas es un ejercicio irresponsable del presidente al no respetar los protocolos sanitarios internacionales pero además exponerse y exponer a los demás al extremo de morir. No puede ser que el gobierno brinde más importancia a los “banderazos” obligados que a prevenir o en su caso atender los contagios por coronavirus. Pero lo más hiriente es que no podemos ser tan una sociedad tan grotesca, tan estúpidamente indiferente que únicamente esperemos a las siete de la noche para conocer el creciente número de defunciones mientras las autoridades hablan de “achatamiento”, de que estamos mejor que en Estados Unidos, que ya aplicamos la “normalidad” y permitirse conductas tan infinitamente ridículas como suspender todos tipo de información vital a la nación para ofrecer aplausos a los socorristas y empleados del sector salud cuando en realidad hay manifestaciones y reclamos por falta de asistencia y protección a los médicos, enfermeras, soldados, policías y todos aquellos que de una u otra forma tienen contacto con personas enfermas. No podemos caer en la mediocridad de una comunidad silenciosa, ajena, con tanta tolerancia que dejamos nos engañen con rifas y estampitas. Alguien, algunos, tienen que ser responsables con esta tragedia permitida, porque el gobierno impulsó que la sociedad se encontrara en plazas para abrazarse, en permitir conciertos y actos masivos, en demeritanos y menospreciar a la pandemia “porque estamos en fase uno”, en contar con un subsecretario de salud burlón que ha perdido la credibilidad pública y el respeto hasta de los gobernadores. El gobierno ha sido rebasado y por muchos por instituciones privadas y grupos sociales que han sido más sensatos, actuantes y maduros para enfrentar la pandemia. Son más y mejores los mensajes y llamados entre vecinos para cuidarse que lo que nos ofrece el gobierno con sus tontas, tibias y confusas determinaciones. Miden más las encuestas de aceptación y aprobación social que los muertos. En año y medio se ha fracaso en economía, en seguridad y en la crisis sanitaria. No encuentro un sector que se vea aliviado en sus finanzas, que reporte creación de empleos, que no se queje del vandalismo, que no registre feminicidios, delitos cibernéticos, extorsiones, cobro de derechos de piso, falta de calidad en los servicios, CORRUPCION. Nos están callando aunque se presenten manifestaciones de todo índole. Y parece que nada nos importa mientras no nos pase directamente a nosotros en lo particular. Ojalá nos demos cuenta del riesgo de ser un país, una sociedad apática, conformista, manipulada, irreverente, lenta, insolente, porque eso le conviene a un gobierno que nos divide y nos maneja con el “dedito”.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Tv
*Conductor del programa Va En Serio mexiquense tv canal 34