Amlo ya inició campaña, anda promoviéndose, anda reconciliándose, anda viajando. Fue a los Estados que presentan una violencia fuera de control y con registros históricos. La pugna entre cárteles es tremenda en Guanajuato, Jalisco y Colima. Por lo menos con las dos primeras entidades, Guanajuato y Jalisco, el propio presidente ha generado pleitos provocados por él mismo. Sus descalificaciones, sus acusaciones, sus arrebatos han tenido respuesta y ahora busca congraciarse argumentando “aquí estoy”. Si pudiésemos aceptar (asunto muy difícil)
que la delincuencia creció por malas administraciones anteriores, lo cierto es que en este sexenio ha crecido exponencialmente. Ni siquiera se ha registrado un abatimiento, un control. Por el contrario. Y ni respuestas, sino preguntemos a la familia LeBarón mientras amlo se entretiene política y mediáticamente con el archivo Ayotzinapa. Y aquí nuevamente, como con el culiacanazo, Alfonso Durazo está fallando. No hay estrategias claras, no ha seguridad que garantice el gobierno federal. A veces está con los gobernadores, a veces en contra. En ocasiones el gobierno federal es un duro crítico, en otras es complaciente. Hay días que se resuelve todo desde el centro del país, hay otros en que deciden que cada Entidad se rasque como pueda. Nunca antes el país había registrado tantos y tantos muertos ya sea por homicidios o por coronavirus. Las gráficas en ambos casos son espeluznantes. Pero se viene algo aún más difícil. De acuerdo a organismos internacionales Mexico vera caer su economía en un 9%. Brasil, en la masa continental pasará por los mismos estragos. Esto significa que el nivel de pobreza extra será alarmante. Pero este gobierno lejos de alentar las inversiones nacionales o extranjeras las está ahuyentados provocando, por el contrario, fuga de capitales. Creemos que la cancelación del AICDMX ha sido olvidado para los hombres de negocios del mundo y las más importantes aerolíneas están guardando la factura. El dinero para el asistencialismo, como es un barril sin fondo, se está agotando y por supuesto nada produce. Pemex presenta los números más ofensivos de su historia y el gobierno federal no ha detenido al huachicoleo ( aún con la fallida estrategia de cerrar válvulas y dejar sin combustible al país) y no se ha emprendido la necesaria limpieza en el sindicato. Y sobre esto, la corrupción que desnuda a personajes como Ackerman, Bartlett y familia y otros en fila que lucen sus riquezas económicas hasta en relojes que tratan de ocultar. Cada día se habrán de presentar más reclamos, más exigencias, más explicaciones y amlo ya no encontrará salvación en sus desgastadas frases de “abrazos no balazos” , “mi corazón no es bodega” o “lo que diga mi dedito”. Y mal si se demuestra que para ganar adeptos y afectos negocia la ley con Lozoya a cambio de información. Ya hay quien se atreve a afirmar que el exdirector de Pemex no pisará la cárcel por el enorme favor de exhibir nombres e irregularidades. Se habla del caso Odebrech pero en el actual gobierno las cosas no son tan diferentes cuando se saltan los procesos de licitación y se regalan adjudicaciones directas a cuates que pronto, como polvorín le estallarán a la mala llamada Transformación.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*conductor del programa Va En Serio mexiquense tv canal 34