Otra división más en el país, estamos, por ausencia de una política integral de inteligencia y seguridad entre los narcocriminales de arriba
(Michoacán y Jalisco para el norte) y las guerrillas y salteadores de los de abajo (de Guerrero y Oaxaca para abajo). Son dos fenómenos distintos pero que no necesariamente están inconexos: están fuera de la ley, manejan armas, participan en el mercado de las drogas, enfrentan al Ejército, declaran la guerra al Estado Mexicano y son financiados por intereses extranjeros, adicional a que ejercen y aplican sus propia ley. Los de arriba bloquean con camiones quemados los caminos, los de abajo cierran el tránsito colocando barricadas. Los de arriba y los de abajo por lo general usan máscaras, cubrebocas o pasamontañas. Los de arriba se aprovechan de quienes se ven forzados a intentar cruzar la frontera y los explotan, los de abajo suman a sus filas a cientos de migrantes que no encuentran alternativa alguna. Los de arriba matan, los de abajo también. Los de arriba emboscan a los soldados, los de abajo también. Los de arriba se comunican con narcomantas, los de abajo con epístolas y cartitas. Grupos armados del norte divulgan sus mensajes por redes sociales, las guerrillas y grupos clandestinos de abajo también. En las últimas horas apareció una nueva guerrilla en Ocosingo, Chiapas. Se autodenominan Ejército Revolucionario Indígena, presumen armas y han declarado la guerra en su primer comunicado al gobierno de Lopez Obrador a razón de que retire del sureste a la Guardia Nacional y al Ejército Mexicano, caso contrario habrá enfrentamiento. Casi de igual forma en tres comunicados anteriores el EZLN ha advertido que el Tren Maya no pasará por la Selva Lacandona como tampoco prosperará el nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá. Allá arribita, en el norte el cártel Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa y el de Santa Rosa de Lima le advierte a Durazo que no se han desmantelado aún con las detenciones de algunos de sus cabecillas. Así que los tiroteos de unos contra otros van en serio en tanto aquí sellamos frases como “abrazos, no balazos”. Entonces los roba combustibles, los saqueadores de comercios, los secuestradores de casetas de peaje, aquellos que descarrilan ferrocarriles, esos, todos, los clandestinos, continúan creciendo y haciendo de las suyas ante una impresionante pasividad de un gobierno entretenido en frivolidades y anticipando un “fuchi, wuacala, caca”. En el norte, arribita usan sombrero, en el sur, los de abajo, gorras beisboleras o boinas al estilo Che Guevara. Lo cierto es que aunque parezca una colaboración cargada de sarcasmo, está en riesgo la estabilidad nacional, el equilibrio social y la fuerza del Estado, más no del gobierno. Ya lo vivimos en el 94.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio mexiquense tv canal 34.2