Desde que se creó la Derechos Humanos como dirección allá por 1982 y luego ya fundada como Comisión Nacional en 1990 siempre me he preguntado
si debemos hablar de derechos humanos o de humanos con derechos. Y recorrer su aún corta historia (31 años) es recordar a personajes de una talla y estatura ejemplar empezando por su primer presidente Jorge Carpizo MacGregor, exrector, universitario digno, académico de excelencia, intelectual de honra; luego el otro Jorge, Madrazo Cuellar, por cierto ambas ocupando cargos como procuradores; José Luis Ramos Rivera, reconocido abogado; la primera mujer en el cargo Mireille Roccatti; José Luis Soberanes; y Luis Raúl González Perez quien fuera fiscal en el caso Colosio acompañado por Ismael Eslava ( primer visitador) y por Ramos Rivera. Me he salto con toda intención a Raúl Plascencia Villanueva por sus cuestionada gestión salpicada de preguntas insistentes por la compra de una mansión en Jardines del Pedregal en la calle de Xitle, una propiedad que si mal no recuerdo perteneció a Nelson Vargas. Como sea, una institución autónoma que ha sumado a hombres y una mujer, Roccati, con experiencia, solvencia moral, integridad y una preparación académica envidiable. Hoy al frente, impuesta por la Cuarta T, una mujer que llegó por compromiso político no con ella, sino con su madre Rosario Ibarra de Piedra. En su biografía destaca por ser activista y hermana de un secuestrador, Jesús Piedra Ibarra, miembro de la liga comunista y terrorista 23 de septiembre, desaparecido en 1975 a los 21 años de edad, implicado en el plagio y asesinato del empresario e industrial Eugenio Garza Sada.. Que llegó a la responsabilidad cuestionada por Amnistía Internacional por una votación manipulada y poco clara. Una funcionaria hermética, minúscula, que no ha enfrentado los retos vigentes en defensa de los grupos vulnerables y atentados a inocentes. Queda el claro ejemplo de su silencio ante el fusilamiento de los integrantes de la familia LeBaron. Se mantiene al frente de una institución que fue usada por Lopez Obrador en sus movimientos siempre de protesta como el cierre de sus instalaciones en Periferico Sur cuando abandero el movimiento de los barrenderos de Tabasco (el 14 de marzo de 1997 y que tuvo el aval de Cuauhtémoc Càrdenas) cuando Camacho Solis era regente de la Ciudad de México y Manuel Camacho su segundo en Jerarquía. Actualmente la CNDH está desaparecida lamentablemente. Los reclamos últimos de cientos de mujeres que no han sido escuchadas ni atendidas solicitan por incompetencia la renuncia de Rosario Piedra Ibarra y queda la amenaza que habrán de “cerrar” las instalaciones de la institución en todas las entidades federativas. Ante los reclamos de las féminas, amlo señaló que ahí sí se trató de vandalismo luego de que maltrataron un cuadro con la imagen del presidente Juàrez. Antes, amlo, ante los movimientos de las mujeres contra los feminicidios los calificó de “disfraz de la derecha”. Muchas mujeres han sido víctimas de la violencia y acertaron en replicar al Ejecutivo que le causa más indignación la pinta de un cuadro que “ni siquiera es original” que mujeres aparezcan ultrajadas, violadas y mutiladas con una frecuencia insultante. Ante la negativa de ser atendidas por la señora Piedra, una de las demandantes se vio obligada a atarse a una silla para no ser expulsada de las oficinas, se trataba de una madre que reportó como su hija fue violada en el 2017. “Ni perdonamos ni olvidamos” se leía en las pintas sobre las paredes del inmueble. Parece mentira que una mujer que demanda la verdad sobre la desaparición de su hermano y que han reconocido públicamente apoyar a grupos clandestinos de insurrectos de centro y Sudamérica no tenga la valentía legal y ética de socorrer a víctimas de agresiones inaceptables y que ante el gobierno de la cuarta T parece recibir la famosa “amnistia”. La CNDH hoy es sede de cuotas y cuates, una institución que no sabe entenderse con organismos del ramo de carácter internacional. Sería una magna torpeza, una frivolidad o un insulto tratar siquiera de comparar a los antecesores con la actual burócrata, Rosario Piedra,para decirlo fuerte y contundente, es una vergüenza. Luce más por sus tintes en el cabello que por dar resultados. Y subrayando las expresiones de las mujeres lastimadas “si conoce la dignidad, que renuncie!”
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En serio mexiquense tv canal 34.2