Se vuelve a dar la voz a de alerta, máxima alerta, el calentamiento del planeta vamos la temperatura en el mundo sin detenerse, va en aumento.
La actividad humana y el uso de combustibles fósiles son las principales causas, define Paulina Ordoñez Perez del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. Quizá se había tenido una ligera esperanza cuando algunos países redefinieron su política ambiental y encausaron su tecnología a instrumentos y recursos limpios y baratos: la energía eólica, los automóviles híbridos, el nulo consumo del carbón, el incremento y el respeto a las reservas forestales. Sin embargo queda algo pendiente, la políticas poblacionales. El número de personas sigue multiplicándose y la distribución rural y urbana no son equilibradas. Continuamos tercamente construyendo en terrenos fértiles. Si pudiésemos levantar parte del concreto en las Grandes urbes observaríamos que debajo de este hay tierra que podría ser empleada para la siembra o para la recuperación de las reservas de agua en el subterráneo, pero no es así. Un mal ejemplo mundial es la Ciudad de México. Se continúa invadiendo las zonas verdes incluso en las serranías y montañas que rodean a la gran capital. Son colonias de paracaidistas, clandestinas, que al tiempo ganan a golpe de presiones, servicios públicos y por tanto la permanencia a costo del equilibrio ambiental. Al parecer la aparente reducción poblacional en algunos países europeos ha fracasado por la fenómeno migratorio. En países en vías de desarrollo, en las zonas de extrema pobreza la multiplicación de seres humanos tampoco se ha frenado. Hay entonces demanda de satisfactores y gobiernos como el nuestro pretende otorgar más beneficios a ilegales que a contribuyentes. Las zonas de marginación crecen y crecen a razón de ofertas populistas y terrenos electorales. Se carece entonces de educación y sobreviene otro fenómeno aún más angustiante, la violencia. Hemos constatado que paulatinamente los procesos ambientales han variado. Llueve en época de sequía, se multiplican con mayor fuerza los huracanes, hay desongelamiento de zonas heladas, los movimientos migratorios de animales es notorio, los calores son más intensos lo mismo que la radiación solar y los eventos con presencia de granizo se tornan peligroso por su potencia. Para entender y evitar, vamos anticipar desgracias, no hay otro camino que favorecer a la investigación y a la ciencia, luego entonces a la educación cívica bajo bases específicas y bien programadas. Para muchos, y no es cosa de pesimismo, el tiempo se agotó y ya no hay forma de recuperación. El daño es monumental y muchas especies de flora y fauna ha desaparecido, luego entonces tendremos que emprender procesos de adaptación y regeneración. Pero cada uno de nosotros es responsable para salir de la crisis o profundizarla y este no es un juego de palabras cansado y muy usado, es repito una voz de extrema alarma.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2