Mañana será un día clave para Estados Unidos, el resto del mundo y la historia. Serán elecciones y la determinación está entre Biden y trump. La feria de las apuestas está en todo su esplendor, cifras vienen, cifras van.
Hay desde pitonisos hasta encumbrados analistas. Esto sucede en cada proceso de cambio presidencial. Muchos prefieren al conocido en la Casa Blanca que dar la oportunidad de que arribe otro y es por la incertidumbre. El próximo en sentarse en la sala oval tiene bajo su responsabilidad la estabilidad mundial, la economía global pero es quien desde que juramenta al cargo, coloca un dedo sobre el botón nuclear. Desde el triunfo de trump y la derrota de Hillary el proceso electoral se ha visto bajo la sospecha de una injerencia cínica, por lo pronto de Rusia a razón de conveniencias comerciales y de negocios con trump. Nada ha quedado en claro ni la presentación de declaraciones fiscales del presidente. Ahora se anticipa que trump (como bien conocemos de ya saben quién en Mexico) desconozca los resultados y antes de que se cierren las casillas intente convencer de que hay un fraude. En esta ocasión ya no serán extranjeros los que manipulen a la sociedad estadounidense sino su propio presidente y entonces la determinación final podría tomarse varios días entre acusaciones y de tres radicales. Y expectantes los aliados europeos, los adversarios chinos, la dependiente America Latina y enemigos declarados como Corea del Norte. Recordemos que el primer debate presidencial fue un desastre y se pudo observar a un presidente en ejercicio intolerante, rabioso y desencajado por ello atribuyen que Biden lleva ventaja. El segundo debate ausente y en el tercero tan acartonados y limitados qué pasó de aburrido a irrelevante. Las acusaciones entre ambos, Biden y trump, muestran como nunca una nación dividida con fuertes problemas de consumo de drogas, esquemas raciales no superados, lentos en reflejos ante una pandemia y con muy graves conflictos migratorios. Esos tan acostumbrados discursos de alto vuelo, con contenido, con sustancia, con el diseño de una superpotencia dominadora, han quedado en meras peleas callejeras a navajazos denunciando lo ineficiente que es uno del otro en la administración pública. A las ideas se les sustituyen con ridiculos bailes y con absurdas declaraciones de que trump es el más famoso en la historia “después de Jesucristo”. No han cuidado ambos, Biden y trump, a sus vecinos del norte, Canadá, y del sur, Mexico. No conocemos que proyectos, planes o estrategias definitivas aplicará uno u el otro en un mundo desconcertado hasta por los daños ambientales inminentes. Las dudas y el voto de la venganza irán marcando la ruta de este martes de elecciones. Que si decidirá la comunidad de color, que si serán los latinos, que mejor las mujeres o quizá los jóvenes, ni en eso le atinan. Veremos una elección difícil e histórica, sin duda alguna. trump no se dejarà vencer fácilmente y Biden se condecoraría con una victoria ante un magnate que gusta de humillar al prójimo. Ya no estamos en un mundo bipolar, los intereses son múltiples hasta en la aplicación de programas de investigación y ciencia. La tecnología y las redes sociales han cambiado en breves años la dinámica de la raza humana. Las velocidades de avances o de destrucción son claras. Pero al parecer ni Biden ni trump están a la altura de esos desafíos, por lo menos eso han demostrado.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio de mexiquense tv canal 34.2