Los recientes cambios dentro del gobierno federal dejan un sabor de incertidumbre. Veamos, ha nombrado a un agrónomo al frente de Pemex, a una periodista en Seguridad Nacional, a un arqueólogo en el INSABI, a una maestra de historia para el INEGI, a un diseñador gráfico en SEDATU, una maestra de pedagogía en Bienestar, una licenciada en literatura inglesa para Economía y una experta en temas sobre el comunismo como Tesorera.
El caso más evidente es el de Tatiana Clouthier, quien reconoce no sabe cuántos podrás hay en el país, cuánto cuesta un kilo de tortilla o un litro de gasolina. Además declaró que no aceptaría un cargo en el gabinete y señaló “no soy economista pero tengo los atributos para servir” una declaración cínica que pone en evidencia una enorme soberbia. Una mujer, diputada federal, ocupando un cargo como Secretaria de Estado, que no sepa qué en México más de la mitad de la población nace (no escribí vive) en extrema pobreza nos conduce al despeñadero. Una mujer, administradora del hogar, que desconozca el valor de la canasta básica nos lleva a la improvisación. Una funcionaria pública, burócrata, que no sepa cuánto cuesta el litro de gasolina pero asegure es más cara en nuestro país que en Estados Unidos y Guatemala, pronostica fracasos rotundos. Es increíble el nivel y rango de quienes ocupan cargos de responsabilidad en la administración pública federal. Meses atrás habíamos registrado el reducido y grotesco vocabulario y expresiones del director del Fondo de CULTURA Económica, sus manifestaciones majaderas y denigrantes, pero lo que en estos días estamos siendo testigos es del acomodo de cuotas y cuates mientras el país está a la deriva y con muy serios problemas de conducción. No puedo entender cómo el presidente genera expectativas para el control de la pandemia, cuando se niega a usar cubrebocas y aún, hoy día, no existe la vacuna. Insisto, somos un país sancionado internacionalmente en donde se pide al gobierno tomar las cosas en serio ya que estamos considerados como un foco de infección para el mundo. Es inaudito que aquí el presidente haya dado luz verde al paso masivo de centroamericanos, hoy limosneros en la vía pública, sin ningún control sanitario, que inició una campaña de abrazos durante la primera fase de la pandemia, que cancele presupuestos para la investigación y la ciencia y ademas permita que algunos de sus familiares y miembros del gabinete atiendan a reuniones colectivas sin respetar protocolos y preventivos de salud, empezando por el secretario del ramo. Ya hemos escuchados que para el presidente encontrar petróleo es como simplemente rascar en la tierra y ha se un hoyo, por eso se entiende que este un agrónomo manejando los combustibles nacionales. Las noticias no son alentadoras. Ellos mismos, los flamantes miembros del gabinete de la 4aT criticaron duramente a Luis Videgaray cuando al protestar al cargo en Relaciones Exteriores señaló que “venga a prender”, ahora pregunto, los nuevos funcionarios a que van, ¿a aprender o a servir sólo a quien los nombró? Y que conste que es pregunta.
*Conductor del programa VaEnSerio MexiquenseTV canal 34.2