Para aquellos que se presumen puristas, excelsos, perfectos e incuestionables en el manejo de la redacción y semántica pues ahí les va este detallito que se desprende de los estudiosos y
académicos. En español el plural en masculino implica a ambos géneros gramaticales. Por ello no es necesario, menos correcto, decir: chiquillos y chiquillas, mexicanos y mexicanas, niños y niñas, hermanos y hermanas. Decir ambos géneros es correcto sólo cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes como es el caso de : mujeres y hombres, caballo y yegua, toros y vacas, damas y caballeros. Hay derivados verbales como el participio activo del verbo atacar que es atacante, el de sufrir es sufriente, el de cantar es cantante, el de existir es existente. El participio activo del verbo ser es ente (el que es) es decir, el que tiene identidad. Cuando una persona tiene la capacidad de ejercer acción que expresa el verbo se le agrega la terminación ente, por ello a quien preside se le llama presidente o vicepresidente, nunca presidenta o vicepresidenta, es comerciante no comercianta, es capilla ardiente no capilla ardienta, estudiante no estudianta, adolescente no adolescenta, paciente no pacienta. El uso político del género o el oportunismo al llegar a un cargo hace que el que se signifique como vicepresidenta es abiertamente ignorante. De igual forma aquellos que por quedar bien con el género opuesto inician con chiquillos y chiquillas están cometiendo un mal uso de las palabras para intentar dividir géneros. Por ello está aprobado el que se manifieste el Día del niños, porque es un plural masculino que abarca los dos géneros. Es correcto que en un acto público el presidente se refiera a los mexicanos porque es plural masculino y repito comprende a los dos géneros. Sería distinto se dijera hombres y mujeres. Pero estamos de moda en aplicar hasta porcentajes de género en ocupaciones burocráticas. Con eso parece se pretende dar equidad o fórmulas de equilibrio pero éstas deben de darse por capacidad, por talento, por resultados, por experiencias. Hoy la división de responsabilidades dependiendo de pantalón o falda, de calcetín o media, dificultan el proceso de selección. Vemos el grotesco caso del legislativo en donde por un hombre debe haber una mujer o viceversa. Así las curules se reparten por cupo entre primas, parientes, compadres, hermanas, conocidos, artistas y hasta concubinas. Llegan a los cargos totalmente analfabetos pero en tribuna con falsas consideraciones entre chiquillos y chiquillas.
*Conductor del programa Va En Serio mexiquense tv canal 34.2