AMLO muestra su perversa astucia en el proceso de sucesión. Coloca a sus “corcholatas” (término despectivo) en un mismo nivel.
Hace creer que todos tienen la misma capacidad, talento y experiencia, cosa que no es cierta. Sus orígenes incluso son distintos. AMLO sabe que viola la ley electoral y obliga a sus taparroscas a hacer lo mismo. AMLO no pide cuentas de asuntos en verdad sensibles: la línea 12, la fallida política migratoria, los fallecidos en un tráiler en Texas, la degradación ambiental en la CDMX, la violencia generalizada y otros factores en donde sus “candidatos” tienen y mucho que ver. Y no solo los invita a adelantar tiempos y a distraerse de sus obligaciones, si no permite que entre ellos se dé una sucia confrontación. Tenemos el caso de Ricardo Monreal que ha sido traicionado por AMLO, lo menosprecia, lo desprecia, lo descarta cuando el zacatecano fue pieza fundamental, como coordinador de campaña, para que el tabasqueño pisara Palacio Nacional. Ebrard también fue traicionado. AMLO lo había propuesto en campaña para secretario de gobernación y así nada más ocurrente como es lo cambio por Juan Ramón de la Fuente. Sabemos que amlo no confía en Marcelo y únicamente los utiliza para sus fines políticos. Marcelo no estará en la boleta de Morena. Incluso AMLO ha dejado correr la versión de que hijo Andrés podría sucederlo. Claudia, la que “no está sola” ha perdido la mitad de la CDMX y su popularidad va en picada. Donde se presenta pierde Morena e incluso recibió junto con Mario Delgado una cubetada de abucheos en el Monumento a la Revolución en un mitin para promover la Revocación, ejercicio que también fracasó. Adán Augusto, su amigo, le guarda los archivos notariales de las propiedades de la familia en Tanasco. Tienen complicidad política, pero AMLO sabe que el secretario de gobernación no cuenta con la imagen nacional que se requiere, el carisma de líder, el tacto y menos la convivencia con los grupos políticos. Adán Augusto comprometió al gobierno durante la inauguración del Tianguis Turístico en Acapulco, cuando en una pésima broma se refirió al
Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, diciéndole “se aguanta” después del discurso de Miguel Torruco asegurando que las Barrancas del Cobre competían con el Cañón del Colorado. Incluso Manuel Velasco dejó entrever que gobernación está capacitada para actuar en contra de sus oponentes (Alejandro Moreno) por una instrucción presidencial. amlo no la tiene fácil porque pretende ser el poder tras el torno luego de imponer a su sucesor (a su testamento político). Autonombrandose presidente de Morena tendría el control del Ejecutivo y sus iniciativas y del Legislativo y presupuesto federal. Por lo pronto, en redes sociales Ricardo Salinas ya se descartó por completo señalando que ni le interesa ni necesita a la política. Pero si AMLO cree que jugándose su futuro con Delfina Gómez o Sheinbaum quedará intocable, pues que la vaya pensando.
CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio