De un acto brutal de barbarie a un crimen de Estado, como si desde el poder se hubiese planeado la desaparición de jóvenes y aceitar toda la maquinaria del
poder para deshacerse de unos muchachos aparentemente estudiosos, sanos y deportistas en lugar de combatir al crimen organizado y a los narcotraficantes que operan a la libre en Guerrero.
El gobierno pretende sustituir una “verdad histórica” con una indagatoria diferentes y culpar sólo a los opositores de la 4aT. De los que aparentemente están involucrados y son incondicionales al presidente no hay ninguna carpeta de investigación y mire que los nombres son muy conocidos y actualmente tienen cargos públicos. La izquierda, la de amlo, fue muy hábil en desviar la atención de los entonces perredistas en Guerrero con un tema local y armó una estrategia mediática contra la administración de Peña Nieto elevando el tono a un carácter Federal. Alejandro Encinas estima que hubo una colusión y concertación de grupos de narcos (Guerreros Unidos) y una gran cantidad de dependencias federales omitiendo a las estatales en el gobierno de Ángel Aguirre hasta hoy intocable. ¿Por qué permiten las autoridades actuales que no se intervengan las instalaciones de la rural “Isidro Burgos” aún cuando hay varios vehículos ahí secuestrados?. En estos días se habla con una franca ligereza de represión, tortura, desaparición forzada y hasta crimen contra los estudiantes sólo persiguiendo a funcionarios públicos. Ningún criminal, narco o sicario ha sido siquiera mencionado, vamos ni una célula delictiva. En este sexenio van más de 100 mil desapariciones y en ningún caso se habla con tanto énfasis y acusaciones precisas como en el de Ayotzinapa.
Es incongruente que los archivos de Encinas fueron entregado a un Fiscal muy cuestionado como Alejandro Gertz Mañero. Intentarán también subir el nivel de acusaciones contra Peña Nieto para pasar de millonario a asesino. Y en todo esto han dejado a un lado a organizaciones e instituciones extranjeras que también emitieron su peritaje. No vaya a ser que también las clasifiquen de cómplices en el “crimen de Estado”. El cinismo lleva a los incondicionales amlistas a declarar públicamente a Jesús Murillo como “hampón electoral” cuando soportan, defienden y conviven con Manuel Bartlett.
Bueno, hasta para reflexionar sobre Ayotzynapa deben referirse al México 68. Quieren sangre para ganar elecciones y a eso se llama venganza y justicia selectiva. El que sea culpable, quién sea, que se le demuestre y se le sancione, pero no se llega a nada con descalificaciones e insultos baratos salidos de hígados inflamados de amargura y resentimiento. Que investiguen, por el bien de todos, la trayectoria de los padres de los jóvenes de Ayotzynapa y no me refiero solo a los de los 43. Que se indague a los mentores y los financiamientos para esa rural y veremos que muchos apoyos proceden no precisamente de gobiernos y funcionarios de otros partidos lejanos al PRD o MORENA. Autoridades que desde las oficinas de la CDMX pagaban campañas por ejemplo de la pareja Abarca en Iguala. ¿Qué la nueva versión “histórica” no contempla la participación de narcotraficantes con aquel gobierno perredista? ¿Qué los sicarios y criminarles en verdad están exentos de este evento cuando sabemos se distinguían por pelearse la plaza?. Y que conste que sin preguntas.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.