Si va

Gerardo Flores y un servidor sostuvimos entrevistas para mexiquense radio con Jesús Zambrano, líder del PRD, y José Alfaro uno de los líderes del Frente Nacional

“Democracia y Justicia Social” del PRI. En ambos casos aseguraron que la Alianza opositora en el Estado de México sigue firme y está firmada. La desarticulación provocada por Alejandro Moreno y su pequeño grupo de incondicionales como Manuel Añorve hacen ruido, pero no sismos. El compromiso político 
para la gubernatura de Estado de México es más serio y profundo que las provocadoras y desafiantes arengas de “alito”. Saben y conocen los partidos políticos antagónicos a Morena que Coahuila y el Estado de México son fundamentales para las elecciones del 2024, pero más aún, para cimentar o destruir el futuro del país. La coalición debe servir como motivo de renovación, pero también como un ejercicio ya urgente de entendimiento político involucrando a los mejores proyectos. Sumar debe ser la constante y para ello las apuestas o ruletas coyunturales no son a aceptables. El ejemplo más claro y que es necesario impulsar es a figuras de primer orden como Ana Lilia Herrera, quien decidió abstenerse en la votación sobre la militarización como un movimiento oportuno e inteligente para mantener el diálogo y oportunidad con el PAN en una visión de largo alcance. Marko Cortes debe asumir y saber leer esta conducta para evitar enfrentamientos incluso mediáticos que solo estorban y confunden. Quien ya lo hizo y de manera responsable es el también legislador panista Enrique Vargas que ha sostenido encuentros propositivos con el gobernador Alfredo del Mazo a quien desde las trincheras de la guerra sucia intentan pintarlo como un personaje tibio. El mandatario mexiquense sabe lo que este en juego y lo que menos puede permitir y prevalecer son intereses de carácter personal y no nacional. Las biografías de competencia y resultados están con nombre y apellidos en las mesas de decisión de los involucrados. Los perfiles son claros y saben, también con otros documentos a quien tendrán enfrente para el convencimiento electoral. Los miembros de la alianza poseen datos acerca de la forma en que habrán de proceder en Morena y será abusando de la imagen de AMLO y sosteniendo en los puños billetes para comprar conciencias. No tienen otra fórmula. No pueden hablar de honestidad, de resultados, de satisfactores sociales, salud, ni de seguridad pública. En esas áreas desde el poder federal han fracasado y los estímulos económicos son soñolencias inyecciones temporales que no resuelven nada, incluyendo la pobreza. Ya está demostrado en toro el territorio que las dádivas son una ofensa y que las estrategias de gobierno y manipulación solamente han multiplicado a más pobres en extremo. Proponer cambios económicos con empresarios de vanguardia en el Edomex cuando son considerados “mafia” o explotadores es ridículo dado que ellos son la fuerza del empleo para dignificar la vida de los trabajadores no con limosnas sino con capacitación y trabajo. Como poder hablar de salud cuando fue el gobierno de Del Mazo quien respondió de inmediato a la emergencia de la pandemia mientras el presidente ofrecía resguardo en estampitas milagrosas. Del Mazo siempre estimuló la cultura del cubrebocas mientras el gabinete actuaba de otra forma. De qué manera considerar la dignidad de un trabajador cuando le roban, así se dice, el 10% de sus ingresos para fines políticos. Esa es la diferencia que tienen que considerar la Alianza. Alito es lo de menos, ni es figura y si estorba. Si la alianza del campechano es con la 4aT que se defina. La Alianza debe ser mucho más superior, con más fuerza, con motivos de grandeza. Vamos que lo demuestren.

CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.