Ya no es el mismo desde que le explotaron en cara la corrupción de Pío y la riqueza de José Ramon. Le trastocaron su inercia mañanera,
la movieron la agenda cotidiana. Se desencajó, no ha dado respuestas y la enorme ola, convertida en rusa no se le viene a él solo con el hackeó a la defensa nacional por agitar los recursos en materia de seguridad cibernética por la austeridad republicana además de la exhibición que se le dará in la publicación del libro el “rey del Cash”. Se está desmoronando y se victimiza con sus padecimientos de salud, esos que primero oculto y que ahora, bajo presión ya los acepto. Pero hay más, continúa atacando sin consideración a los medios como "Animal Político" sin fundamento y si, en enero con rencor. Pero la intolerancia magnifica al tabasqueño primero calificando a Carlos Alazraki como “hitleriano” y ahora protegiendo a un grupo militante de Morena que atacó a la articulista Denise Dresser el Zócalo al participar en un acto conmemorativo al 2 de octubre de 1968. No hubo condena del que se auto nombra pacifista y humanista. En franca contradicción los gritones agresivos son los que hablan en nombre de una urgente libertad de expresión. El insulto es mayor porque alientan esa militarización que en el 68 reprobaban y hoy aplauden. AMLO pareció justificar los actos de intimidación en la mañanera argumentando que es tiempo de escuchar la voz de “los de la calle”. Hoy AMLO carece de absoluta moral para criticar al espionaje contra la Sedena cuando él honra a un delincuente como Julian Assange y filtra información muy delicada sobre los salarios y bienes de periodistas que considera incómodos. La mañanera de este martes entre las malas ha sido la peor, evasivo, difuso, confundido y altanero se vio el tabasqueño arrinconados por tantos eventos que lo señalan como mentiroso. De comprobarse el flujo de miles de millones de pesos para campañas políticas de AMLO que siempre ha negado y desconocido se estaría incluso cometiendo el delito de evasión fiscal e incluso de lavado de dinero. Lo de “no mentir” sería lo de menos. A AMLO le estará faltando carácter y temple para hablar con la verdad de las todavía sospechas en su gobierno. Por lo pronto dos de sus “corcholata al (Ebrard y Sheinbaum) serán exhibidas en breve. AMLO estimula la conducta que tanto criticó en el pasado “ni los veo ni los oigo”, frase célebre de Carlos Salinas de Gortari personaje que para su beneficio político nombró por años como el “innombrable” y que en estos días no se atreve ni a mencionarlo. De no tomar acciones contundentes al presidente no solamente se le manchará su blanco plumaje, sino que con anclas será hundido en un fango tan espeso que no podrá respirar. Encubrir a Florencia Serranía le puede costar la candidatura a Sheinbaum, pero custodiar el prestigio de Ebrard, Bartlett, Delgado, Salgado Macedonio y otros más, pondría a AMLO muy, pero muy cerca de lo que le ocurrió a Rosario Robles.
CARLOS RAMOS PADILLA*
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio canal 34.2 izzi 135 y mexiquenseradio