Está cantado, va contra la UNAM. Escuchar al presidente de Mexico decir que el hombre que administra la Inteligencia
de la nación, el rector Graue lanza “puro choro mareador”, además de representar una ofensa y una vil conducta baja y de barrio, se desnuda el antagonismo a la educación y el reto de atacar a la Casa de Estudios. El Doctor Graue ha sido en extremo respetuoso con la institución presidencial, en lo personal con AMLO y con los reglamentos vigentes. El viciado evento de Yasmín Esquivel es únicamente el pretexto para iniciar el proceso de desestabilizar a la UNAM. Si ya cansado discurso de que la Universidad está repleta de derechistas sirviendo al neoliberalismo no apunta hacia nada. La Casa de Estudios ha significado para el país un núcleo de proceso y ha servido de enlace con todos sectores de la nación. En su campus se concentran todas las colectividades respetando cultura, religión, aspiraciones, diferencias económicas, proyectos de vida. AMLO aprovecha la inconformidad social que ha provocado su ministra protegida y se empeña en que la UNAM ceda a presiones y pasiones exógenas. Quiere AMLO que Graue viole la ley, lo presiona y lo impulsa para entonces tener argumentos para intervenir. A AMLO lo estorba la UNAM porque quienes viven dentro de ella están intelectualmente más capacitados que él y por ende la derrota para el Ejecutivo es marcadamente sonora. No sabe idiomas, ni conoce la historia, ni está preparado, no articula proyectos y su derrota está en los debates, por ello anticipa que no responde porque es “dueño de su silencio. Graue ha mostrado clase, AMLO arrebatos callejeros. La prudencia y tolerancia han salido de Rectoría, el insulto y la bravuconería de Palacio Nacional. AMLO dispuesto a defender un plagio catalogándolo como “error”. Graue interponiendo y defendiendo a la UNAM sin reducirla a una tramposa impune. Pero esto lamentablemente apenas inicia.
CARLOS RAMOS PADILLA
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.