Luis Donaldo

Algún día creí o me hicieron creer que el joven Luis Donaldo se filtraría como candidato a la presidencia aun cuando

había insistido en que no estaba interesado. Pensando como en la política sentí que estaba midiendo terrenos, ofertas y posibilidades. Lo subestimé y reconozco su sólido valor moral y sus escrúpulos. Ya había sido testigo de una reflexión que hizo pública en Lomas Taurinas, ahí en donde injustamente perdió a su padre. Su entereza conmovió, pero hace unos días escuché una participación pública dentro de un auditorio y se ganó aún más mis respetos sobre todo por el último argumento que manejó. “Me propuse esperara al cumplimiento de tiempos legales para hablar de cosas futuras, sobre todo con cosas que no tienen que ver con mi trabajo, yo respeto mucho mi trabajo como para estar constantemente distraído”. Y señaló “no es el momento adecuado, no olvidemos que tengo muy poco tiempo de haber ingresado a lo público. Hay muchas cosas que necesitan madurar…y hay que saberlo reconocer”. Y aclaró “no quisiera ser yo la persona que divida a una oposición. No voy a entrar a esas riñas inconsistentes”. Pero destacó su parte humana descansando en la tragedia que vivió, demostró su valor humano y su proyecto de vida. Dejo en claro el poder de la familia y pronunció:” se trata de una razón muy egoísta, la más egoísta de todas, pero quizá es la más importante: mis hijos están pequeños, son mi mundo entero y necesitan un papá y este es el momento para estar con mis hijos.” A si fue su participación en Nueva Generación, Nueva Política en el estrado de la Universidad de Monterrey. Luis Donaldo no se valió más que de su estructura humana, emocional, no requirió demagogia ni trampas populistas. Se mostró auténtico como los hombres de bien. Sabe lo que quiere y cuándo y por qué. No le gana la ambición ni la superficialidad del poder por el poder. Lo escribí en mis colaboraciones y se lo escribí en lo personal. lo conocí de niño en una entrevista radiofónica en el IMER sobre cuestiones ambientales. Me sorprendió su inteligencia y su certeza en sus afirmaciones. Su padre era candidato, quería tomar el rumbo de México. Lejos, muy lejos estábamos de pensar y creer que nuestra nación se sangraría con una infamia como el crimen de su padre. Luis Donaldo padre no me conocía presencialmente, pero por alguna razón decidió que yo manejara lo que sería su proyecto de radio informativa más importante de su próximo gobierno: Antena Radio en el IMER cuando era subtitular Jorge Medina Viedas (QEPD). Ahí conocí a Luis Donaldo ese entonces niño que ahora joven/padre/gobernante me sigue sorprendiendo. Lecciones de vida, privilegio de mi trabajo, anécdotas únicas.

CARLOS RAMOS PADILLA
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio.