Imposible atender todos los frentes pendientes al mismo tiempo, no hay la misma energía y ganas.
AMLO deja abiertas varias carpetas que para él están concluidas pero para la Nación no. Sheinbaum se verá obligada a determinar prioridades ajustándose al presupuesto pero también a la coyuntura.
Si en verdad ganaron las elecciones por aquellos millones que defendieron los planes asistencialistas, es que solo hay una lectura: la pobreza. Los miserables se han incrementado y no conservan expectativas a futuro.
Unido a esto sin duda está la alimentación y la salud, ambos rubros con mermas considerables. La inflación está erosionando cualquier intención de llevar a casa buenos nutrientes. El campo requiere de apoyos sustantivos pero aquí otro pendiente, de seguridad. Los atracos, extorsiones, amenazas y asesinatos son permanentes.
Cárteles de la droga dominan y controlan el mercado y producción de tortillas y aguacates, lo demás, como la carne, presentan comisiones por cada kilo vendido. Y eso son solo ejemplos.
En materia de salud deben contemplarse aspectos como el urgente control poblacional, las crecientes adicciones y el suministro de medicamentos a hospitales, estos últimos, en gran parte del país en condiciones lastimosas.
La educación no es tema menor. Las nuevas generaciones empañan su futuro frente al resto del planeta porque se ha fracasado en seis años en integrar esquemas de excelencia. Las aulas como los libros básicos sirven de adoctrinamiento. Los jóvenes que logran terminar una licenciatura no encuentran fuentes de empleo y si lo logran es con bajísimos salarios y nulas prestaciones.
En materia de inversiones han hoyancos graves. México no representa un terreno confiable. A partir del último trimestre habrá despidos masivos. La inseguridad y proyectos como la Reforma al Poder Judicial crean temor y desconfianza para que los
Inversionistas se queden en México. La reforma al poder judicial crea desánimo, temor e incertidumbre porque vulnera al Estado de Derecho y cobija imposiciones tercas en cargos claves para la impartición de justicia.
El rompimiento del pacto legal y la desaparición de los Poderes de la Unión nos dejan en un absoluto desequilibrio sumado a la fragilidad de los partidos de oposición.
Dice AMLO que “gobernar no tiene chiste” pues debe ir convenciendo a Sheinbaum que por lo pronto hoy recibió instrucciones del presidente para concluir sus obras y proyectos que dejará a medias.
Así con esta rápida revisión constatamos que no se deja una buena administración y se condiciona al nuevo sexenio a continuar con las determinaciones del tabasqueño. Hemos señalado que ojalá y no sea así. El deslinde debe darse y Sheinbaum marcar las pautas de su proyecto.