Muchas y muy marcadas son las diferencias entre quien presenta sensibilidad dentro del gobierno y quien muestra su reducida capacidad.
Ante un par de fenómenos naturales la habilidad y destranca se registro en una entidad y no en la otra. Al paso del huracán en Guerrero la gobernadora Evelyn Salgado reaccionó de inmediato coordinando esfuerzos entre las instituciones federales, estatales, municipales, iniciativa privada y propietarios de inmuebles para superar la desgracia, evitar la rapiña, e iniciar la reconstrucción.
Delfina Gómez en el Estado de México tardó 21 días en atender y visitar a los damnificados en Chalco que sobreviven en sus casa totalmente inundadas de aguas negras. Ante el drama la “maestra” insensiblemente les pido “paciencia” mientras las aguas bajan.
En Guerrero se auxiliaron a varias poblaciones, rancherías afectadas y centros turísticos de primer orden. Las movilizaciones de solidaridad llegaron a serranías, zonas rurales y urbanas. Acapulco inició complejos movimientos y en muy poco tiempo se celebró, entre otros eventos, la Convención Nacional Bancaria, el Tianguis Turístico y el Abierto de Tenis. Se levantó un censo de afectados, se les rehabilitó sus viviendas, se les aportó enceres domésticos y se abrieron créditos.
En el Estado de México poco se ha movido y la ausencia de las autoridades es más que evidente. La señora Gómez no fue capaz ni de ensuciarse los zapatos.
En Guerrero el rescate a los incomunicados y con escasez de alimentos fue prioritario en el Puerto de Acapulco, Chilpancingo de los Bravos, General Heliodoro Castillo, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Petatlán, Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Coyuca de Benítez y Xaltianguis, entre otros. Carreteras dañadas como en el caso de Penjamo-Pasquelite, Aguas Blancas -Tepetixtla y Bugambilia -Compuertas.
En el Estado de México se observó de inicio la falta de prevención, negligencia y malas obras ante una creciente temporada de lluvias. Más de mil cien personas apenas fueron tardíamente evacuadas y hay afectaciones en más de dos mil viviendas. Los refugios para los damnificados son insuficientes. Hubo advertencias: apenas el pasado 27 de junio, cuando una densa lluvia causó que el canal San Martín Cautlalpan se desbordara en Valle de Chalco, provocando diversas inundaciones, al tiempo de afectar a los habitantes de las Unidades Habitacionales Los Héroes Chalco y Pueblo Nuevo.
En Guerrero la gobernadora Evelyn Salgado entendiendo la fuerza y necesidad de la comunicación abrió canales de difusión nacionales e internacionales y esto coadyuvó a recibir ayuda humanitaria.
En el Estado de México la gobernadora Delfina Gómez se niega a dar respuesta a profesionales de la información y ha impuesto la censura y despido de comunicadores y periodistas a través de directores pusilánimes como el titular de Sistema de Radio y TV mexiquense, Bernardo Barranco (quien solo recibe instrucciones y no da la cara), además de usar los recursos y espacios públicos en tiempos electorales ocultando información sobre las sanciones y multas impuestas al respecto.
Dicen que cada Entidad tiene le gobierno que se merece, pero eso no justifica que la ignorancia, la omisión y la bajeza moral pongan en riesgo a la vida humana. Guerrero hoy se levanta para colocarse en el mosaico de la oferta mundial y Chalco y el Estado de México está entre el lodo de las aguas negras.