El cajón del olvido

Dicen que la historia la cuentan los triunfadores aunque en México existe "La Visión de los Vencidos” de Miguel León

Portilla. Aún así, la historia se va modificando en relación a la conveniencia del poder. Hay eventos que más vale olvidar y otros que a insistencia son conmemorados año con año como estandarte de la legitimidad de quien los impone. El 17 de septiembre de 1973 asesinaron cobardemente en Monterrey al empresario y filántropo Eugenio Garza Sada, personaje que no alcanza la diatriba política del “2 de octubre ni se olvida”. Su nombre no es usado para fines políticos porque no conviene, mancharía la reputación de quien pretenda comerciar con su imagen. Garza Sada fue el principal impulsor de muchas empresas en Monterrey como Grupo Alfa y el Tec de Monterrey, ITESEM cofundador de la Cervecería Cuauhtémoc. En un intento de secuestro al cual se resistió y por ello murió se identificó a los comunistas de la Liga 23 de Septiembre. Su chófer y guardaespaldas, fallecieron junto con él pero antes hirió de muerte a 2 de los los plagiarios. Uno de ellos, Jesús Piedra Ibarra (alias Rafa o Rafita), el hijo de Rosario Ibarra de piedra, y hermano de la hoy impuesta titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Este sujeto que participaba de secuestros y asaltos bancarios para financiar su movimiento y que según algunos cuentan fue exiliado con algunos de sus “compás “ a Sudamérica y otros más aseguran fue aprehendido por la Dirección Federal de Seguridad. Como sea era un delincuente, guerrillero y asesino convertido en mártir y como víctima sello de lucha revolucionaria contra los malos gobiernos. Esté sujeto sirvió a su propia madre para colarse como protegida de los gobiernos de izquierda cuando incluso era el contacto con grupos subversivos y delincuenciales como los  Marasalvatruchas que encontraban resguardo en nuestro país. Aún con todo se le consideró pionera de la defensa de los derechos humanos. Se le llevó a la diputación, a la senaduria y a creerse la primer mujer aspirante a la presidencia. La abuela fue anarquista y su padre militar d en la Revolución, su esposo médico ateo miembro del Partido Comunista de México. El 8 de noviembre de 1972 su yerno, Germán Segovia Escobedo, encabezó el secuestro del vuelo 705 de Mexicana de Aviación, desviado a la Habana,Cuba. Entonces la historia fue variando, a la familia Piedra/Ibarra se le encumbró a niveles de heroicidad mientas que a personajes como Eugenio Garza Sada se les destinó en el cajón del olvido. En esta modificación histórica mucho tuvieron que ver Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador ambos que traicionando sus valores políticos y formación en el PRI se dedicaron a fortalecer a grupos como el EZLN y condenar a personajes como Zulia Echeverría, Díaz Ordaz, Carlos Salinas ( el innombrable) a Zedillo y a Fox. Uno de los voceros más vistos en esta tarea que incluso participó en protestas frente a la casa de Echeverría es Pablo Gómez. Hoy a mujeres valientes como Ceci Flores, buscadora de sus hijos desaparecidos y que arañan la tierra rastreando sus restos, son despreciadas por el gobierno, rechazadas por las autoridades y abandonadas incluso en los discursos reivindicativos de los derechos humanos. Así se escribe pues la historia ellas no caben en la memoria nacional porque no pertenecen al grupo de mercenarias de la izquierda.

CARLOS RAMOS PADILLA
*Conductor del programa VaEnSerio izzi 135 y radio mexiquense. Meganoticias, TVC.