Esta elección que estamos viviendo resulta atípica porque ahora existe la figura de las candidaturas ciudadanas o fuera de los partidos políticos, y aunque muchos iniciaron el trámite pocos fueron aquellos que los concluyeron. Pero hasta ahora ha sido un ejercicio democrático necesario para esas expresiones que se alejaron de los partidos políticos a causa de la evidente separación entre las élites y sus bases. También es atípica esta elección porque la organizará el Instituto Nacional Electoral, esa institución que idearon los partidos políticos para evitar la intromisión de los gobernadores, y que ha resultado de difícil operación por lo centralista de sus decisiones. Para decirlo de otra forma, es la expresión más aberrante permitida por el Federalismo Mexicano. Pero vayamos a los avatares que están enfrentando y confrontando los partidos políticos.
Sin lugar a dudas el Partido Convergencia por la Democracia fue concebido como una fuerza política en la que confluyeran aquellos liderazgos sociales que fueron relegados por las demás fuerzas políticas y quienes desde la civilidad se distinguieron por sus causas y luchas sociales. También hay que señalar que hasta ahora los proyectos han sido viables porque existieron variantes ante las posibles eventualidades o vertientes de operación en las demás fuerzas políticas, que generaron la exclusión de muchos hombres y mujeres que fueron relegados. Y no es que se trate de "cachar" los desechos, pero en la mayor parte de las ocasiones las rencillas internas o los rencores políticos hacen que las dirigencias se equivoquen. Así es como han venido operando algunos de los partidos que se mueven en el escenario político mexicano.
Por eso me referí a Convergencia, porque ha sido hasta ahora el partido que mayores éxitos ha logrado en cuanto a la cooptación de esos hombres y mujeres que se sintieron relegados en sus partidos de origen, o de esos líderes sociales que pululan dispersos en diferentes regiones del país. Y no es que se trate de impulsar una estrategia de cooptación del voto para la sobrevivencia, porque me parece que tiene buenos candidatos que han asegurado su permanencia en el escenario político. El primero de ellos fue Marcelo Ebrard Casaubón, el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien se ha unido a las filas de Convergencia porque pretende ser candidato presidencial dentro de tres años.
También vieron la conveniencia de darle esperanzas al recién liberado y líder de uno de los grupos de autodefensas en Michoacán, Hipólito Mora, a quien de inmediato le ofertaron incluirlo en la lista de candidatos plurinominales, por lo que ni tardos ni perezosos se pusieron en comunicación con el y acordaron una reunión. Lo que nunca esperaron fue que el señor Mora tenía por ahí a un asesor electoral que le dijo que si aceptaba el quinto lugar de la lista nunca entraría porque no le alcanzará a Convergencia, por lo que les condicionó a que fuera en el tercer lugar y les generó un problema con los demás. De cualquier forma a Dante Delgado el tiro le salió bien, porque esos hombres y mujeres que reclutó le permitirán incrementar sus niveles de votación y quizá hacer crecer la representación popular. Dante ya se sabe el camino. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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