Sin lugar a dudas en Continente Americano ha cambiado drásticamente en los últimos años a causa del exacerbado populismo a que han sometido a sus pueblos muchos de los gobernantes cuya bandera fue el rompimiento de la hegemonía de Norteamérica. Uno de las principales frentes lo ha sido sin duda el de los hermanos Castro en Cuba, país que pese al vendaval de agresiones por parte de Estados Unidos logró sobrevivir por el apoyo dispensado durante mucho tiempo por Rusia, quien tenía mucho interés en mantener un pie en América Latina como una forma de marcar territorio por lo que hacían los gringos en Europa, Asia y Medio Oriente.
Después vendría la sacudida que padeció Nicaragua con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, y cuyo principal comandante, Daniel Ortega, ha caído en las mismas prácticas de aquella generación de Somoza al que tanto criticaron y combatieron. La democracia y el relajamiento de la hegemonía continental norteamericana sirvió de inspiración a los populistas sudamericanos para hacerse del poder, y aun cuando mantuvieron cercanía con Moscú y luego con China, la realidad es que si algo les ayudo es que solamente confrontaron abiertamente a Estados Unidos en el discurso. Aunque también hay que reconocer que el relajamiento fue propiciado por Los norteamericanos para distender la presión en el Continente y apretar en otros espacios de su hegemonía mundial. Las fronteras cambian, pero también los regímenes políticos, de acuerdo a los intereses de los poderosos, y de la forma en que se mueve el dinero en el mundo. Ortega caerá de la misma manera que Somoza por los mismos vicios.
Brasil, Bolivia, Argentina, Venezuela, Uruguay, Ecuador y Venezuela fueron los país es que conformaron un bloque para emerger como posibles potencias económicas, pero solamente Brasil fue la que tuvo atisbos por el éxito de su industria petrolera. Los demás, incluida Argentina, comenzaron a tener problemas a causa de los excesos de sus gobernantes y la búsqueda de su permanencia en el poder. Cristina Kirchner se ha visto involucrada en un asesinato para encubrir su participación en un atentado, Rafael Correa no sabe que hacer para disponer de los yacimientos en la Amazonia y ha provocado matanzas entre las etnias que ni siquiera tenían contacto con la civilización. Evo Morales metido en problemas de corrupción, y un Brasil con una presidenta en tela de juicio por los casos de saqueo en la paraestatal Petrobras.
Nicolás Maduro ya no siente lo duro sino lo tupido y lo previsible es que comience a tener brotes de insurgencia dentro de su territorio a causa de su talante dictatorial. Tarde o temprano tendrá que entender que la democracia es el mejor camino para los pueblos, y que los hombres y mujeres de Venezuela quieren regir sus destinos y no seguir dentro del exacerbado populismo que los mantiene al borde del colapso desde hace tiempo. Matar a manifestantes no le garantiza al señor Maduro mantenerse en el poder, por el contrario, no habrá quien le preste un centavo y se hundirá indefectiblemente. Los problemas parecen presentarse recurrentemente en Latinoamérica, y México no es la Excepción. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.