Hasta ahora el único camino que hemos tenido los ciudadanos para acceder al poder han sido los partidos políticos. El problema es que los presuntos liderazgos de los partidos políticos se han amafiado y repartido las cuotas de poder entre las élites y cada día es más difícil que un ciudadano común y corriente pueda resultar ya no elegido, sino postulado por quienes toman las decisiones en las distintas fuerzas políticas. Para desgracia nuestra esa es la circunstancia del poder en este país, y no serán las candidaturas ciudadanas quienes resuelvan el problema porque hasta en tanto se sigan utilizando los fondos públicos para mantenerse o renovar los cuadros en las estructuras del poder, las cosas seguirán de la misma forma.
Señaló esto porque resulta difícil creerle a quien tanto ha señalado que es un gobernante ciudadano y ahora demuestra que los interés están por encima de esos ciudadanos a los que acude en el discurso para justificarse. Miguel Ángel Mancera comenzó la campaña para favorecer al partido que lo llevo a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Hace unos días señaló que los partidos políticos tienen prohibido repartir despensas en las Delegaciones, pero también se asumió como Autoridad Electoral al señalar: "El llamado que haremos será general y donde se vulnere la ley vamos a actuar, en lo que encontremos mal".
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal fue omisa para investigar y consignar las constantes denuncias a causa de la violación a los tiempos de campaña por parte de los Jefes Delegacionales durante la publicitación de sus informes, pero ahora estará pendiente de lo que hagan los demás. Tampoco hizo nada cuando se descubrió la existencia de setenta y cinco mil despensas en una bodega utilizada por la Delegación Cuauhtémoc, y que servirían para reforzar la campaña de José Luis Muñoz Soria. La renuncia de Verónica Olvera, Directora General de Desarrollo Social de la dependencia, fue el mejor indicio de que se había cometido un delito, y no hubo investigación.
Ni que decir de los excesos de Víctor Hugo Romo en la Delegación Miguel Hidalgo, que a juicio de los especialistas coloco publicidad por un monto cercano a los veinticinco millones de pesos para dar a conocer los resultados de su segundo informe. La Fundación por la Recuperación y Rescate del Paisaje Urbano presentó una denuncia penal y ya fue ratificada para que el señor Romo responda por el cuantioso gasto que realizo, pero también por la violación de la Ley de Publicidad Exterior. Mauricio Toledo realizó un gobierno Delincuencial en Coyoacán vendiendo permisos para construir en lugares prohibidos y utilizando a su hermano para el descuento del diez por ciento a los trabajadores de la Delegación. Elizabeth Mateos hizo lo mismo en Iztacalco, y nunca hubo acción alguna del señor Mancera para detener esta barbarie de corrupción. Pero ahora advierte a los partidos y candidatos que no les permitirá excesos. ¿Acaso eso no es un exceso? Sin lugar a dudas en este país el poder necesita del poder para mantenerse en el poder. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.