Miguel Ángel Mancera es un hombre singular y toma decisiones distintas a los demás gobernantes del país. No se si piense que con ello esta innovando en la forma de gobernar, pero lo cierto es que la percepción de los habitantes del Distrito Federal va en sentido contrario porque lo único que señalan es que no atina a encontrar el rumbo de su gobierno y el sello distintivo va por la incertidumbre. Mucho se mencionó en las últimas semanas la posible renuncia de Héctor Serrano, Secretario de Gobierno, como el principal culpable de la desastrosa derrota que sufriera el Partido de la Revolución Democrática en la pasada elección.
La razón es muy sencilla: fue el articulador de las campañas y de la estrategia desarrollada al efecto. Para decirlo de otra manera, sin ser perredista fue él quien decidió quienes serian los candidatos del partido que llevo al poder al señor Mancera. Dicen que la derrota tiene muchos responsables, pero desde luego que sus malquerientes se la han adjudicado en su totalidad por ese talante autoritario con que manejo las "recomendaciones" a Raúl Flores, líder perredista en el Distrito Federal, e incluso al dirigente nacional Carlos Navarrete. Quien se dijera operador político del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, esta a punto de abandonar el barco, y eso tiene de plácemes a quienes dejarán la Asamblea Legislativa.
El daño esta hecho, y lo previsible es que el señor Mancera tenga muchos problemas con la mayoría parlamentaria encabezada por el Movimiento de Regeneración Nacional. De ahí que haya comenzado a valorar la permanencia del señor Serrano, aunque para no ser tan rotundo en su decisión prefirió solicitar la renuncia de todo el gabinete. Sin lugar a dudas no es algo nuevo la falta de carácter del señor Mancera, por lo que tendrá que salir de ese nicho de comodidad que le construyeron y comenzar a tomar decisiones si quiere o pretende posicionarse como un candidato viable a la Presidencia de la república. Mancera no necesita ensayar procedimientos de evaluación, porque eso lo hacen los ciudadanos, y hasta ahora sale perdiendo. En todo caso eso tendría que bastarle para hacer una depuración de su gabinete y sobe todo de los cargos que mayor peso tienen en el aspecto político y de gobierno.
También tendrá que controlar la enorme corrupción en áreas que hasta ahora dependen del señor Serrano. De abandonar su encargo el Secretario de Gobierno, lo previsible es que llegue Manuel Granados Covarrubias, uno de los hombres más cercanos al señor Mancera, y quien fuera su principal operador para sacar adelante las reformas que necesitó para los primeros tres años de gobierno. La renuncia colectiva no es tal, simplemente es un mecanismo para evitar que la decisión de despedir al señor Serrano sea tan directa. De cualquier forma me parece que Serrano se va satisfecho y no por el deber cumplido, sino porque como siempre que ha ocupado cargos importantes, supo amasar una considerable fortuna para los tiempos difíciles, y me parece que han comenzado. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.